El embajador de Ucrania en Argentina, Yurii Klymenko, enfatizó que su país se encuentra en un momento crucial para poner fin al conflicto bélico con Rusia. Durante un encuentro titulado ‘¿Posibilidades de paz en Ucrania?’, realizado en Buenos Aires por BTR Consulting, Klymenko expuso la grave situación que enfrenta Ucrania tras más de 1160 días de enfrentamientos. Se refirió a la necesidad de un apoyo militar sólido y sanciones contundentes contra Moscú para lograr una paz justa y duradera.
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El conflicto en cifras
El embajador describió con detalle la magnitud del conflicto, con más de 14.000 víctimas civiles, incluyendo 624 niños, y más de 30.000 heridos. Además, señaló las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas, como las fosas comunes en Bucha y la destrucción de la represa de Kajovka. Destacó que Ucrania es hoy el país más minado de Europa, con el 25% de su territorio afectado por minas y artefactos explosivos sin detonar.
La guerra también en el ciberespacio
Klymenko alertó sobre la guerra en el ciberespacio librada por Rusia, con ataques a instituciones y empresas. Gabriel Zurdo de BTR Consulting subrayó el cambio global en las políticas de ciberseguridad debido a las amenazas rusas, que operan con drones y tecnologías domésticas para atacar a la población civil.
Un llamado a la solidaridad internacional
El embajador agradeció el respaldo militar y financiero de Occidente pero solicitó más ayuda, subrayando que la seguridad de Ucrania es crucial para la estabilidad de Europa y Estados Unidos. Además, valoró la participación argentina en la Conferencia de Paz de 2024 y solicitó justicia a nivel internacional para los crímenes de agresión. En vísperas del 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, Klymenko instó a intensificar la presión sobre Rusia y cerró con un mensaje a favor de la lucha por la libertad y la determinación del pueblo ucraniano.
Ucrania se mantiene firme en su búsqueda de la paz, a pesar de la reticencia de Rusia a negociar. La esperanza se sostiene en la firmeza en el campo de batalla y la presión internacional sobre Moscú, en una lucha que define el futuro de Ucrania y del mundo.