Grupos nacionalistas toman el control en Rusia ante vacío de seguridad

El vacío dejado por la retirada masiva de agentes de policía en Rusia está siendo llenado por grupos nacionalistas como Russkaya Obshchina. La falta de policías, con hasta el 50% de puestos vacantes, ha llevado a un escenario donde estos grupos realizan redadas, reprimen, y asumen roles de vigilancia. Su creciente autoridad plantea desafíos a la seguridad pública y pone de manifiesto la incapacidad del Estado para cubrir todo el territorio.

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INSEGURIDAD EN AUMENTO

La retirada masiva de agentes, con la pérdida de 33.000 en el último año, ha llevado a una carencia actual de 172.000 nuevos efectivos. Esta situación ha permitido el crecimiento de grupos como Russkaya Obshchina, que asumen un rol cada vez más preponderante en la sociedad rusa.

Las actividades de estos grupos van desde mediaciones en disputas vecinales hasta detenciones de presuntos delincuentes menores, redadas en domicilios, y acciones discriminatorias contra la comunidad LGBTQ. Incluso reciben respaldo de ciertos funcionarios estatales e, incluso, del jefe del Comité de Investigación de Rusia, lo que genera sospechas sobre su operación con el beneplácito de las autoridades.

RESPALDO OFICIAL Y ACCIONES CONTROVERTIDAS

Además de Russkaya Obshchina, otros grupos como Tiger, Russian Druzhina y Northern Man también han surgido para cubrir el vacío de seguridad. Estas organizaciones colaboran con la policía pero disfrutan de amplia discrecionalidad para elegir a sus objetivos, lo que plantea serias preocupaciones en cuanto a su legitimidad y capacidad de acción.

RIESGOS Y DESAFÍOS

La dependencia creciente de estos grupos de vigilancia, compuestos en su mayoría por veteranos de guerra, podría alterar el equilibrio político y de seguridad en Rusia. Su actuación pone en evidencia la fragilidad del monopolio de la violencia estatal y presenta un desafío directo a la propaganda oficial, que justifica la guerra en Ucrania como una lucha contra el fascismo.

La proliferación de estos grupos representa un serio desafío para la capacidad del Estado ruso para mantener el orden y la seguridad, y podría generar consecuencias imprevistas en el equilibrio de poder y la estabilidad social en Rusia.