Allan Saint-Maximin, jugador del Fenerbahce, denunció haber sido blanco de intentos de dopaje con inyecciones sin sentido durante su estancia en el club turco. El futbolista francés describió situaciones caóticas que afectaron su desempeño. La directiva del Fenerbahce respondió con asombro y anunció acciones legales, mientras que el jugador aclaró las circunstancias en las redes sociales.
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INYECCIONES SIN SENTIDO
Saint-Maximin relató haber experimentado situaciones caóticas en el Fenerbahce, incluyendo intentos de dopaje con inyecciones sin sentido. Su rendimiento se vio notablemente afectado, atribuyendo la caída a la inestabilidad personal vivida en el club, la cual describió como ‘una guerra tóxica’. Además, mencionó falta de empatía por parte del club en situaciones personales, incluyendo el estado de salud de su padre. El jugador también aclaró las circunstancias en las redes sociales, mientras la directiva del club anunció acciones legales.
La controversia desatada por las declaraciones de Saint-Maximin ha generado un intenso debate en el mundo del fútbol, poniendo el foco en la salud y trato a los deportistas en los clubes, así como en el impacto de la inestabilidad personal en el rendimiento deportivo.