La Academia goleó a San Lorenzo con el partido soñado de Adrián Martínez y en uno de pesadilla para un Insua que no le encuentra la vuelta a su equipo.. Los de Costas fueron una orquesta y el ex delantero de Instituto el director que se llevó todos los aplausos. En el furioso 4-1 de la Acadé, anotó un triplete y le regaló una asistencia a Mura para el delirio de un Cilindro empapado en éxtasis.
Fue sin dudas la mejor presentación del nuevo proceso académico. El resultado lo deja en evidencia. Racing necesitaba confirmar sus sensaciones como local luego de haber dejado algunas dudas contra Estudiantes en La Plata. Para eso, Costas volvió al mismo equipo que había goleado a Tigre, pero con el ingreso de Salas por el lesionado Roger Martínez. El resultado quedó a la vista: con este 3-4-1-2 que le da libertades a Juanfer Quintero ya hizo siete goles en dos partidos. No se puede negar que la Academia tiene variantes y poder de fuego. Y hambre, la principal virtud que buscó Costas en el mercado de pases.
Si al talento del colombiano se suman las ganas de Solari y Salas y los goles de Maravilla, Racing tiene un ataque de temer. Y ni siquiera cuenta todavía con los Roger, Carbonero, Baltasar Rodríguez… Costas sabe que maneja una Ferrari a la que le resta la puesta a punto final, pero con un motor que aceitado puede poner un turbo para llegar a velocidades impensadas.
Enfrente, San Lorenzo es todo lo contrario. Lento y a desgano, ya no es un equipo que redobla esfuerzos en la marca y que apenas apela a algún pelotazo a Bareiro para generar peligro. Más allá de que casi se pone en ventaja en la primera del partido, el local desnudó todas las falencias cuando agarró la pelota. Le faltó rebeldía durante los 90 minutos y ni siquiera intentó una reacción milagrosa cuando se puso 1-3 apenas Racing había puesto el tercero y ya festejaba.
Pero Racing tiene talento y está lúcido. Con Juanfer haciendo jugar al equipo y Almendra como buena segunda guitarra, la Academia encontró profundidad por las bandas con Solari y Rojas y dos delanteros que no se cansaron de meter diagonales. Y todas las que definió mal Salas, quizás algo acelerado por haber sido su primera titularidad, las remendó Martínez. Tres goles bien de 9, tal como quiere Costas. El primero un zurdazo dentro del área chica, el segundo una definición bárbara tras un centro perfecto de Solari y luego otro gol bien de goleador al quedar mano a mano con Altamirano.
Racing goleó y mantiene una racha más que positiva ante San Lorenzo, equipo con el que sólo perdió una vez en los últimos 11 partidos. Y el Ciclón, golpeado y con una Copa de la Liga ya muy lejana en apenas cuatro fechas, deberá replantearse seriamente su futuro. La ide parece agotada y sucumbió ante un Racing maravilloso.
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