Luego de que Estados Unidos incluyera a la empresa china Huawei en su lista negra comercial, el primero en patear el tablero fue la compañía de software Google, que anunció que dejará de vender componentes y software a la empresa de telecomunicaciones, incluido el Android. Esta decisión repercute duramente en el segundo fabricante mundial de smartphones, dado que ya no podrá ofrecer las aplicaciones más famosas, como Gmail, Google Maps en sus últimas versiones. A partir de hoy, más de 200 millones de personas que tienen celulares Huawei no podrán actualizar más los servicios de Google.
El decreto firmado por el presidente estadounidense Donald Trump el miércoles pasado prohíbe a las compañías del país usar equipos de telecomunicaciones fabricados por empresas que supuestamente intentan espiar a Estados Unidos. En esa lista figura Huawei, que está bajo la mira de Estados Unidos desde diciembre del año pasado, cuando Trump ordenó arrestar a su directora financiera e hija del dueño de la empresa, Meng Wanzhou. Desde entonces, la tensión entre ambos fue escalando, al igual que las relaciones entre Estados Unidos y China en el terreno geopolítico con la mutua imposición de aranceles.
“Estamos cumpliendo con la orden y examinando las implicancias», explicó Google sobre la decisión que hoy revolucionó a la industria de telecomunicaciones. La empresa aclaró que los usuarios de los servicios que tengan Huawei contarán con Google Play (tienda de aplicaciones Android) y el sistema de seguridad Google Play Protect seguirá funcionando en los aparatos, pero no podrán acceder a las actualizaciones de los productos. Huawei reaccionó y aseguró esta mañana que ofrecerá actualizaciones de seguridad a todos sus equipos tanto «a los que ya se han vendido como a los que están aún en almacenamiento”, aunque no contó cómo lo hará sin la ayuda de Google.
Como el decreto de Trump prohíbe compartir tecnologías, Google va tener que ir más allá y suspender su colaboración con Huawei. Las implicaciones pueden ser importantes porque, como todos los grupos tecnológicos, Google debe colaborar con los fabricantes de smartphones para que sus sistemas sean compatibles con los teléfonos. De acuerdo a los especialistas, Huawei podrá ofrecer únicamente a sus usuarios la versión libre de derechos de su programa Android o construir desde cero su propio sistema operativo, como deslizaron los directivos chinos en sus primeras reacciones.
El corte de relaciones entre Google y Huawei tendrá grandes consecuencias en el concentrado mercado de las telecomunicaciones, donde el gigante chino había logrado superar en el inicio de este año a Apple, con proyecciones que hablaban de un futuro como la empresa número uno de distribución de este tipo de tecnologías. La firma china vendió en el primer trimestre 59,1 millones de teléfonos inteligentes, un 19 por ciento del mercado, y más que la estadounidense Apple, aunque todavía por detrás de la empresa líder, la surcoreana Samsung.
Huawei recordó hoy en un comunicado sus «contribuciones sustanciales» al desarrollo del sistema operativo Android, al autodefinirse como uno de los “socios calves globales” del software más utilizado en todo el mundo. “Hemos trabajado estrechamente con su plataforma de código abierto para desarrollar un ecosistema que ha beneficiado tanto a los usuarios como a la industria», indicó la empresa al quejarse de la decisión de Google. Por su parte, el Gobierno chino dijo hoy que apoya a sus compañías para «defender sus derechos legítimos»
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