El sacerdote argentino Gabriel Romanelli, quien hablaba diariamente con el papa Francisco, resultó herido en un ataque a la única iglesia católica de Gaza. Esta parroquia, la Sagrada Familia, funcionaba como refugio para cientos de personas, sin distinción de credos, desplazadas por el conflicto. El ataque causó dos muertes y varios heridos, incluyendo al padre Romanelli. De 54 años, el sacerdote es miembro del Instituto del Verbo Encarnado y lleva 30 años como misionero en Medio Oriente. Sus estudios los realizó en Buenos Aires y se especializó en filosofía y teología. Además, fundó el Hogar Niño Dios de Belén para niños abandonados. A pesar del caos, Romanelli mantuvo la esperanza y la fe, agradeciendo el ‘milagro de cada mañana’ incluso en medio de la guerra. Sus videos buscaban sensibilizar al mundo sobre la situación en Gaza y solicitar ayuda para los refugiados. Cabe esperar que la parroquia pueda ser reparada pronto para continuar su labor humanitaria.
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