Al enterarse del fallecimiento del Papa Francisco, el Gobierno argentino se vio sorprendido y rápidamente modificó su agenda. El presidente Javier Milei y funcionarios del oficialismo y la oposición se preparan para participar en los próximos eventos relacionados con el Sumo Pontífice. El secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, se convirtió en un nexo importante con la Iglesia Católica tras la partida de Francisco. Sotelo, quien apoyó activamente la campaña presidencial de Milei, está organizando el viaje del mandatario a Roma para asistir al funeral del Papa, cuya fecha aún no está definida. El funcionario partirá este martes hacia Italia y tiene previsto permanecer allí indefinidamente, siendo el representante argentino durante el cónclave en el que se elegirá al sucesor de Bergoglio. En Buenos Aires, se realizará una misa interreligiosa en la Catedral en honor a Francisco, a la que también asistirán otros referentes del oficialismo. Mientras tanto, el presidente del país y el jefe de Gabinete decidirán su participación en el evento, que no se convertirá en una oportunidad política. Mauricio Macri no asistirá, pero su primo, el alcalde Jorge Macri, podría hacerlo. Por su parte, la vicepresidenta Victoria Villarruel, distanciada de los libertarios, estará a cargo del Poder Ejecutivo en ausencia de Milei.
Funcionarios argentinos preparan su viaje al Vaticano tras el fallecimiento del Papa Francisco
