Amanda Donaghey, madre desconsolada, viajó a India para recuperar los restos de su hijo, Fiongal Greenlaw-Meek, tras el trágico accidente del vuelo AI171 de Air India. Sin embargo, semanas después del funeral, descubrió que había enterrado a un desconocido.#AirIndia #accidente #identificación
INVESTIGACIÓN EN CURSO
El proceso de identificación de Fiongal se complicó y, posteriormente, se descubrió que el cuerpo enviado en el ataúd no correspondía a él. Al menos dos de los doce ataúdes repatriados al Reino Unido contenían restos mal identificados, lo que sugiere que el problema podría afectar potencialmente a decenas de familias. Este patrón de errores expone fallas graves en los procesos establecidos para manejar víctimas de accidentes aéreos internacionales. La incertidumbre sobre la ubicación correcta de los restos y la angustiosa espera se han convertido en una segunda tragedia que, en muchos casos, permanece sin resolución. La historia de Fiongal Greenlaw-Meek ilustra cómo los errores institucionales pueden prolongar indefinidamente el dolor de quienes ya han perdido todo.