Un ciudadano coreano de 61 años fue extraditado desde Argentina hacia su país de origen, acusado de participar en una estafa inmobiliaria millonaria. La oficina de Interpol de Buenos Aires, en colaboración con las autoridades de Seúl, llevó a cabo el operativo de extradición del acusado, quien había defraudado en 2009 a un compatriota por un monto de 500 mil dólares, en complicidad con otro individuo. La investigación realizada en Corea del Sur reveló que la víctima pagó un adelanto de 500 mil dólares por un proyecto urbanístico en Bundang-gu, el cual nunca se concretó. Tras años de búsqueda, el acusado fue detenido en el Puente Internacional Tancredo Neves mientras intentaba ingresar a Argentina.
El proceso de extradición se inició luego de que las autoridades coreanas solicitaran en julio de 2017 la captura internacional del acusado, lo que culminó con su detención en junio de 2024 en la frontera argentina. Bajo la supervisión del Juzgado Federal de Eldorado, el detenido fue entregado a las autoridades coreanas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Buenos Aires, para ser repatriado a Seúl en un vuelo comercial. El caso se manejó en cumplimiento del Tratado de Extradición entre ambos países y la Ley de Cooperación Internacional en Materia Penal, agilizando los trámites necesarios para garantizar la entrega del acusado en tiempo y forma.
En otro hecho vinculado al ámbito inmobiliario, Joseph Charly Ponce Sarzuri, un empresario de 31 años nacido en Bolivia y residente en Mataderos, Buenos Aires, fue detenido por la Policía Bonaerense en La Matanza. Acusado de intentar vender un proyecto inmobiliario ficticio valuado en 30 millones de dólares, el empresario había promocionado la venta de lotes inexistentes en un country llamado 'Simón Bolívar'. La Municipalidad de La Matanza alertó a la Justicia tras descubrir las irregularidades en la operación, que involucraba la captación de fondos de potenciales compradores a través de engaños y documentos falsos. El operativo policial desbarató la estafa mientras se realizaba una reunión con 45 compradores potenciales, evidenciando que la empresa y el proyecto inmobiliario eran fraudulentos.