Expertos alertan sobre el uso de desinformación y propaganda por parte de Rusia

En el marco de la guerra en Ucrania, expertos y diplomáticos se reunieron en la conferencia “Manipulación de Información e Interferencia Extranjera. Desafíos Globales y Respuestas Democráticas” en Buenos Aires para discutir las tácticas rusas de guerra híbrida. El Kremlin ha perfeccionado una maquinaria de manipulación informativa que busca desestabilizar democracias y justificar su agresión militar, según afirmaron los participantes.

#Rusia #guerrahíbrida #desinformación

GUERRA HÍBRIDA: La desinformación rusa, utilizada como arma estratégica para sembrar pánico, desmoralizar sociedades y debilitar el apoyo internacional a Ucrania, ha sido intensificada desde la invasión a Ucrania en 2022. Según Ivan Slychko, jefe del Departamento de Alfabetización Mediática del Centro para la Lucha contra la Desinformación de Ucrania, la estrategia busca deslegitimar al gobierno ucraniano y deshumanizar al pueblo ucraniano. Esta maquinaria de manipulación también se ha expandido a América Latina, afectando la estabilidad de las sociedades en la región, según advirtieron los participantes.

INTERFERENCIA EXTRANJERA: La conferencia destacó que la injerencia rusa no se restringe a Ucrania. En Canadá, por ejemplo, se han enfrentado interferencias en elecciones federales a través del ciberespacio, y la Unión Europea enfatizó que la desinformación es una herramienta clave de gobiernos autoritarios para afectar la soberanía y polarizar sociedades. Los participantes coincidieron en que se necesita una respuesta multilateral para hacer frente a esta ola de desinformación que amenaza al mundo democrático.

RESPUESTA MULTILATERAL: La conclusión de la conferencia resaltó la necesidad de cooperación interestatal, desarrollo del pensamiento crítico, apoyo al periodismo independiente y alfabetización mediática para contrarrestar la desinformación orquestada por Rusia. Los efectos de la desinformación rusa no conocen fronteras, lo que resalta la importancia de esta respuesta coordinada.

La preocupación por el impacto global de la desinformación rusa fue clara tras el evento, dejando en evidencia la necesidad de medidas para proteger la verdad y el desarrollo de sociedades democráticas.