Familias británicas que perdieron seres queridos en el desastre aéreo de Air India recibieron ataúdes con cuerpos equivocados, generando un grave error en el proceso de identificación de víctimas. La forense del oeste de Londres, la doctora Fiona Wilcox, intentó verificar las identidades de los repatriados británicos mediante pruebas de ADN con muestras proporcionadas por las familias.
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REVELACIÓN DE ERRORES
El escándalo salió a la luz cuando las familias descubrieron que algunos ataúdes no contenían los restos de sus familiares, sino de pasajeros desconocidos, e incluso restos “mezclados” de más de una persona. Una investigación de alto nivel está en curso tanto en Londres como en India, y el primer ministro Keir Starmer planteará las preocupaciones durante su visita de estado a Gran Bretaña. El vuelo 171 de Air India se estrelló segundos después de despegar de Ahmedabad, causando 261 muertes. La operación de recuperación de restos fue compleja y desgarradora, con errores en el proceso de identificación que han afectado a las familias británicas.
PROCESO DE IDENTIFICACIÓN FALLIDO
El Hospital Civil de Ahmedabad sirvió como el centro de identificación central, y las familias solo podían confiar en que los funcionarios llevaran a cabo el proceso con precisión y etiquetaran los contenedores correctamente. El abogado de aviación James Healy-Pratt, quien representa a muchas de las familias británicas, está investigando el proceso de identificación fallido y exige respuestas en nombre de las afectadas. Expertos británicos en identificación de víctimas de desastres fueron desplegados a Ahmedabad para apoyar la respuesta consular del Reino Unido, a raíz de esta dolorosa situación que aún busca esclarecer la cadena precisa de eventos.
CUESTIONES DIPLOMÁTICAS
El escándalo surge en un momento diplomáticamente sensible con la visita de estado del primer ministro indio Modi a Gran Bretaña, donde se espera que se aborden estas preocupaciones durante las reuniones oficiales. Esta tragedia que ya ha causado un sufrimiento inmensurable a las familias afectadas, ahora enfrenta una elaborada dimensión diplomática, lo que añade complejidad a una situación ya devastadora.