Escándalo en la reapertura del estadio del Barcelona: demoras, pérdidas millonarias y polémica decisión

El FC Barcelona enfrenta un nuevo obstáculo en su intento de regresar al Camp Nou tras el anuncio de la directiva de que la apertura no será posible para el Trofeo Joan Gamper. Las obras de remodelación no avanzaron al ritmo esperado y el club no obtuvo las licencias necesarias del Ayuntamiento de Barcelona, generando incertidumbre y poniendo en entredicho la gestión de las últimas directivas.

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El Trofeo Joan Gamper se celebrará en el Estadio Johan Cruyff, en Sant Joan Despí, ante la imposibilidad de obtener la licencia de primera ocupación para el Camp Nou. La presión tanto de la plantilla como de la hinchada crece, y la directiva apunta a una posible reapertura para el partido de La Liga ante el Valencia el 14 de septiembre, aunque esto dependerá de los trámites municipales y el avance de las obras.

La falta de licencias y los retrasos en las obras se deben a factores técnicos, legales y de gestión, con estrictas normas de seguridad y accesibilidad impidiendo acelerar la inauguración. La incertidumbre se extiende al calendario europeo, con la necesidad de inscribir el estadio antes del sorteo de la Champions League el 28 de agosto.

La situación económica del Barcelona se ve afectada, con la imposibilidad de obtener ingresos por taquilla y servicios asociados a la explotación del nuevo Camp Nou. La constructora adjudicataria aseguró cumplir los plazos, pero el retraso ha generado pérdidas millonarias y obstaculizado las operaciones de fichajes.

La falta de certezas ya tiene consecuencias visibles, como el cambio de estadio para el partido del Gamper. Si los retrasos persisten, la opción de postergar el regreso hasta enero de 2026 cobra fuerza, con importantes repercusiones económicas.