Wilawan Emsawat, conocida como “Señora Golf”, operaba extorsionando a monjes budistas en Tailandia. La mujer obtenía grandes sumas de dinero a cambio de no difundir los videos íntimos. La magnitud del caso ha expuesto una red de chantajes sexuales, poniendo en crisis la imagen de la Sangha, el órgano rector de la vida monástica en Tailandia.
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Según la BBC, la mujer habría obtenido cerca de 385 millones de baht (unos 11,9 millones de dólares) en los últimos tres años, tras chantajear a al menos nueve monjes con miles de fotos y videos íntimos. La policía tailandesa descubrió más de 80.000 archivos digitales en poder de la acusada, lo que revela la magnitud y la sofisticación del esquema de extorsión.
La “Señora Golf” enfrenta cargos de extorsión, blanqueo de capitales y receptación de bienes robados. La policía también habilitó una línea directa para que la ciudadanía pueda denunciar comportamientos indebidos de monjes, en un intento de frenar la proliferación de casos similares.
El impacto del escándalo fue tal que el Consejo Supremo de la Sangha, máximo órgano rector del budismo tailandés, anunció la creación de un comité especial para revisar las normas monásticas. El gobierno tailandés también impulsó la imposición de sanciones más severas, incluyendo multas y penas de prisión, para los monjes que infrinjan el código monástico.
Expertos en religión y sociedad tailandesa señalaron que gran parte de los problemas de la Sangha radican en su rígida jerarquía, lo que ha contribuido a la persistencia de problemas estructurales.