La participación de Ronaldinho Gaúcho en un partido de exhibición en el Estadio de Silesia, en Chorzów, Polonia, desencadenó un sabor amargo entre el público y los organizadores. El ganador del Balón de Oro 2005 llegó tarde a la cena previa, exigió un trato especial, abandonó el estadio antes de tiempo y generó fuertes críticas.
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Un cúmulo de incidentes rodearon la presencia de Ronaldinho en el evento. Llegó tarde a la cena previa, evitó la interacción con los medios, exigió transporte y vestuario separados, y se retiró del estadio antes de tiempo, sin esperar al final del partido. Estas actitudes causaron decepción en la comunidad futbolística polaca.
El evento, que prometía unir a exfutbolistas polacos y brasileños en una noche de diversión, se vio empañado por la falta de camisetas, la improvisación en el desarrollo y la desconexión total de Ronaldinho con el espíritu del encuentro. Su visita generó un debate sobre el respeto a los compromisos internacionales por parte de las estrellas retiradas.
Ronaldinho, lejos de hacerse eco de las críticas, se mostró agradecido con la organización del evento en sus redes sociales, lo que contrastó con la sensación general de decepción. Este escándalo deja abierta la discusión sobre la responsabilidad de las figuras públicas en eventos internacionales y alimenta el debate sobre la verdadera actitud del astro brasileño en el amistoso de Polonia.