El viernes 24 se llevara a cabo la Obra de teatro “de palomita” en Instituto Enrique Guillermo Hood


La obra está a cargo de los alumnos de 1° año de teatro del Instituto Enrique Guillermo Hood (Rojas 238), este viernes 24 de mayo a las 22.30hs. La entrada es gratuita y para todo público.

Una comedia patria sobre el equipo que va a escribir la historia de la nación. Los hechos y los personajes de esta obra están basados en la realidad. Cualquier semejanza con la realidad es coincidencia.

Es un lugar común decir que a veces se transmite la historia nacional como si fuera un cuento. Pero frecuentemente no se cumple siquiera con las mínimas reglas. Los cuentos clásicos comienzan diciendo: “Había una vez…”, es decir, contextualizar; sitúan al lector en un determinado lugar y en un determinado tiempo; cuentan qué le pasaba a la gente, hablan de miserias y grandezas, de ambiciones, intereses, luchas por el poder y relaciones amorosas. Casi ninguno de estos elementos aparece, en general, en los relatos históricos destinados al público. Allí no hay contexto, se dice 1810 y sólo se agregan algunos datos escenográficos. ¿Qué significa 1810 para un chico de entre 8 y 10 años o para un adolescente? ¿O para los más grandes, que no cuestionábamos demasiado a nuestros docentes, en aquellas épocas, en nuestras aulas? Seguramente algo muy, muy lejano como el universo de Star Wars. En esos “cuentitos históricos” que abonaron nuestra primaria, no había pasiones, ambiciones ni necesidades. ¿Por qué hacían lo que hacían los “próceres”? Porque sí, se nos decía por toda respuesta.

El encargado de la dramaturgia fue Lucas Salas, alumno del instituto, también autor de teatro y representante de Argentores en la provincia y contó con la colaboración de Rodrigo Arias, también alumno y docente de teatro. Salas dice: “De palomita parte de una intención inicial (y final) por llegar a una audiencia generalista. Este interés no respondió sólo a estrictos criterios comerciales, si se quiere, sino fundamentalmente pedagógicos. El objetivo de la obra tiene que ver con un discurso que se consigue desde el presente, lo que fundamenta su naturaleza como relato de memoria. Se pretende establecer un contrato ficcional (e irónico) entre emisor y receptor: “los hechos y personajes de esta obra están basados en la realidad. Cualquier semejanza es intencional”. Las similitudes, por tanto, no van a ser casuales o involuntarias, sino que habría una manifiesta inclinación por hablar de determinados personajes y hechos. Nuestra idea es alejarnos de los manuales para entender a los protagonistas como personas que estuvieron vivas, que sintieron lo que puede sentir uno mismo y poder así contar un cuento con toda pasión”.