El Senado encara mañana un debate crucial sobre el proyecto de legalización del aborto

El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) tendrá mañana su debate final en el Senado, en una sesión que al parecer se extenderá hasta el miércoles y cuyo desenlace todavía es incierto debido a la paridad que existe entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.

Esta iniciativa fue enviada por el Gobierno al Congreso junto a otra conocida como el Plan de los 1000 días, para la protección de las mujeres embarazadas y los primeros años de la infancia, que será debatida y votada en la misma sesión.

El proyecto del IVE será puesto a consideración en una sesión especial que se iniciará a las cuatro de la tarde y de la cual la mayoría de los legisladores participará de manera remota, como ocurrió desde que se declaró la pandemia de coronavirus.

De acuerdo con la decisión parlamentaria emitida por la Presidencia de la Cámara, sólo se permitirá la presencialidad a poco más de una docena de senadores en el recinto: cuatro por cada uno de los dos bloques mayoritarios (el Frente de Todos y Juntos por el Cambio) y seis por las demás bancadas.

El resto de los legisladores deberá pronunciar sus discursos a través de la plataforma Webex que viene utilizándose desde mayo y que funcionó sin mayores inconvenientes durante los meses de pandemia.

El resto del edificio permanecerá cerrado y no se permitirá el paso a personas ajenas al estricto protocolo parlamentario dentro del hemiciclo.

Tampoco se habilitarán los pasillos y la prensa que se acreditó especialmente para esta sesión, alrededor de ochenta reporteros, será ubicada en el atrio del edificio y en el Salón de las Provincias, contiguo al Salón Azul y por donde suelen ingresar las autoridades nacionales cada vez que asisten a la sede legislativa.

El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo y aprobado por la Cámara de Diputados, el 11 de diciembre último y con 131 votos a favor, cuenta con apoyos y rechazos en el Senado, por lo que la definición se conocerá con el transcurrir de la sesión o, tal vez, en el mismo momento de la votación.

Por ahora, los números están muy parejos, con una leve ventaja a favor de la aprobación del proyecto.

La situación parece favorable a los «verdes» (el color que identifica a quienes están a favor de la iniciativa), gracias a que dos de los senadores que están en contra de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, los peronistas Carlos Menem y José Alperovich, podrían no asistir a la sesión.

El riojano permanece internado en una clínica porteña y el fin de semana estuvo en coma inducido debido a que se complicó el cuadro por el que había sido ingresado: una infección urinaria.

Alperovich, en cambio, se encuentra de licencia hasta fin de año luego de que fuera denunciado ante la Justicia por presunto abuso sexual contra una colaboradora que trabaja con su compañera de bancada, Beatriz Mirkin.

Sin embargo, según el artículo 26 del Reglamento de la Cámara alta, «la licencia acordada a un senador caduca con la presencia de éste en el recinto», en este caso, en la videoconferencia.

Por otro lado, hay varios legisladores que aún no dieron a conocer su voto y que podrían inclinar la balanza hacia uno y otro lado.

Entre ellos figuran el catamarqueño Oscar Castillo, la neuquina, Lucila Crexell, y la entrerriana Stella Maris Olalla, todos del interbloque de Juntos por el Cambio.

El oficialista entrerriano Edgardo Kueider, tampoco reveló cómo votará, pero su firma en el dictamen en disidencia parcial, tras una semana de audiencias de la que participó más de medio centenar de especialistas, sirvió para que el proyecto pudiera llegar al recinto.

La postura de Kueider se asemeja a la del representante de Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck, quien está a favor del proyecto pero la semana pasada pidió algunos cambios y advirtió que si no es escuchada su petición se abstendrá a la hora de la votación.

Otro de los que reclamó modificaciones fue el cordobés Ernesto Martínez, quien también está de acuerdo con la legalización del aborto y que podría sugerir cambios a la iniciativa que, de conseguir apoyos suficientes para su modificación, debería regresar a Diputados.

Desde el oficialismo, en tanto, afirmaron que no está previsto cambiar el texto y voceros del Frente de Todos aseguraron que no avalarán ninguna modificación en el expediente.