Después de anunciado que el Banco Central dio de baja en la práctica su esquema de «no intervención» en el mercado de cambios, el índice de Riesgo País elaborado por el banco JP Morgan cayó 23 unidades (-2,4%)para la Argentina, a 940 puntos básicos.
Mientras, los swaps de incumplimiento de crédito (CDS) de la deuda argentina restaron 70 puntos básicos a cinco años, a 1.170 enteros.
El Riesgo País argentino había alcanzado las 1.011 unidades el pasado jueves, en un rango máximo en más de cinco años, desde febrero de 2014.
La baja del Riesgo País tiene que ver con una mejora de los precios de los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), del 0,5% en promedio, liderada por las emisiones dolarizadas del tramo corto y medio de la curva de vencimientos.
Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones, expuso que «el BCRA usará su poder de fuego -por ahora muy fuerte- para llevar al mercado tranquilidad cambiaria. En otras palabras, mitigar el riesgo cambiario de estar posicionado en pesos. La mejor forma de frenar una corrida cambiaria es provocar un shock fuerte inicial -un ‘cañonazo’- y sin dar señales sobre las reglas de intervención».
Un informe del Grupo SBS resaltó que la posibilidad de un BCRA que intervenga con un margen de «enorme discrecionalidad» evitará que «se produzcan movimientos bruscos con poca liquidez«. A su vez, «la decisión de ajustar las metas monetarias por las ventas de divisas llevará a que la Base Monetaria se contraiga en términos nominales, poniendo aún más presión sobre las tasas de interés reales».
Los precios de las acciones y los bonos argentinos todavía oscilan en mínimos de 2019
Un reporte de Morgan Stanley señaló que «la posibilidad de intervenir y vender dólares es positiva, ya que debería reducir la inestabilidad del mercado», mientras que «alguna estabilidad relativa del mercado de cambios ayudará a mejorar la dinámica de la inflación y el panorama futuro, impactando positivamente sobre un crecimiento débil de la economía» argentina.
En las últimas ruedas el mercado local de acciones reaccionó en paralelo a los movimientos bruscos del tipo de cambio. Por eso, en la rueda el índice líder S&P Merval operó con baja del 3,8%, a 28.856 unidades, similar recorrido al del dólar, que retrocedió un 3,6% en bancos de la City.
En contraste, los ADR de compañías argentinas que se negocian en el exterior exhibieron un comportamiento mixto en las bolsas de Nueva York.
La semana pasada el valor del dólar saltó 9,7% en el mercado mayorista, a un récord de cierre de $45,97, que incidió en la caída de las acciones argentinas, de un 6,6% en el promedio en pesos durante la semana pasada, y de más de 15% en las valuaciones en dólares.
Las acciones argentinas acumulan una baja promedio de 4,8% en pesos en lo que va de 2019, mientras que en dólares la pérdida se extiende a 19% en el primer cuatrimestre de 2019, «ante las dudas sobre una recuperación económica y baja de la inflación, y frente a la indefinición de políticos sobre su postulación para presidir el país a partir de 2020″, según consignaron desde Research for Traders.
«Indudablemente, la Bolsa está navegando en aguas bravas y turbulentas. Mucho ruido de fondo, extrema incertidumbre político-electoral. Por suerte fue sin corrida cambiaria y bancaria», manifestóJorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil.
«Con todo, los cambios al esquema monetario-cambiario buscan reducir la volatilidad del tipo de cambio e inducir una baja de la inflación, alentando una mejora del sentimiento de los inversores y las expectativas de los agentes. En caso de que las modificaciones alcancen los objetivos deseados, se lograría cierto impulso a la actividad en el margen y mejores perspectivas para la continuidad de políticas», agregó el Grupo SBS.
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