Un reciente episodio en el puerto chino deNingbopuso de relieve la creciente presión queChinaejerce sobre lacadena global de suministros de minerales críticos. Una carga de 55 toneladas métricas deantimonio, mineral esencial para la industria de defensa, quedó retenida por tres meses cuando pretendía salir rumbo a una fundición enMéxico.
United States Antimony Corporation, responsable de la entrega, solicitó la intervención tanto delDepartamento de Estadocomo de laCasa Blanca, pero la carga solo fue liberada bajo la condición de que regresara aAustraliay no entrara aEstados Unidos.
Al recibir la mercancía, la firma descubrió que los sellos del producto habían sido violados, lo que llevó a su CEO,Gary Evans, a afirmar:“El transportista, todos los involucrados, nadie había visto algo así antes”.
Este acontecimiento pone en contexto lasnuevas restricciones impuestas por Chinasobre la exportación de minerales críticos, lo que ha provocado serias demoras y sobrecostos en la producción de empresas occidentales, según informóThe Wall Street Journal.
El país asiáticosuministra alrededor del 90% de las tierras raras mundialesy domina mercados de minerales clave, como germanio, galio y antimonio, indispensables para la fabricación de componentes militares. La imposición de controles más severos se produjo simultáneamente con el incremento de lastensiones comerciales entre Washington y Beijing, y aunque el flujo de tierras raras se reanudó tras concesiones estadounidenses, el régimen chino mantiene restricciones estrictas para aplicaciones militares.
El impacto directo sobre la industria de defensa estadounidense se traduce en retrasos de hasta dos meses en la entrega de insumos. Un fabricante de piezas para drones, consultado por el diario, debió posponer pedidos mientras buscaba reemplazos no provenientes deChinapara imanes ensamblados con tierras raras.
Los insumos, según comerciantes, han llegado a multiplicar su coste habitual por cinco. En el caso del samario, indispensable para fabricar imanes que resisten las altas temperaturas de motores de aviones de combate, un proveedor llegó a ofertar el material a60 veces su precio habitual, lo que incide en el aumento de los costos de sistemas de defensa.
Las cadenas de suministro militares estadounidensesenfrentan una dependencia críticade minerales chinos. El propioPentágono ha reconocido la vulnerabilidady exige ahora que los contratistas de defensa dejen de usar imanes que contengan materiales de origen chino a más tardar en 2027.
No obstante, los propios proveedores y fabricantes suelen acumular reservas que cubren menos de un año de producción. El caso de los fabricantes de drones resulta especialmente preocupante, ya que muchos de ellos, al tratarse de pequeñas empresas emergentes, cuentan con poco margen financiero y nula experiencia en la gestión de cadenas de suministro extensas, lo que, según especialistas del sector, los deja enuna posición frágil en la actual coyuntura.
El efecto de estas políticas se observa también en el comercio de materiales para microelectrónica, motores de drones, visores nocturnos, sistemas de guía de misiles y satélites de defensa. Según datos de la empresa desoftwareGovini,más de 80.000 componentes utilizados en armas del Departamento de Defensa estadounidense contienen minerales sujetos actualmente a restricciones de exportación por parte de China. Además, casi todas las cadenas de suministro relacionadas con minerales clave para elPentágonodependen en algún tramo de un proveedor chino.
Elcontrol chinosobre la exportación detierras rarasse ha vuelto más intrincado desde que las autoridades exigen exhaustiva documentación sobre el uso final de estos insumos. Las compañías occidentales afirman que los reguladores chinos solicitan incluso imágenes de productos y líneas de ensamblaje para asegurarse de que no se destinen a fines militares.
Esta condición llevó a la estadounidenseePropelled, con sede enNew Hampshirey especializada en motores de propulsión para drones, a enfrentar retrasos de uno o dos meses en sus envíos.Chinademandó a la empresaplanos, imágenes de productos y listas de clientes, además de aseguramientos de que los imanes suministrados no tendrían uso militar.Chris Thompson, su vicepresidente de ventas globales, sostuvo:“Por supuesto que no vamos a proporcionar esa información al gobierno chino”.
Ante la imposibilidad de garantizar suministros desdeChina,ePropelledrecurrió a proveedores enEstados Unidos,EuropayAsia, comprando incluso imanes a empresas deJapónyTaiwán, que también dependen de materias primas chinas. Paralelamente, cerró acuerdos con startups estadounidenses comoVulcan ElementsyUSA Rare Earth, aunque estos no podrán abastecerla antes de fin de año y requieren desarrollar sus propias fuentes alternativas de suministro.
Frente a esta crisis, elPentágonoha incrementado los fondos para impulsar la producción local y aliada de materiales estratégicos. El año pasado, otorgó14 millones de dólares a una empresa canadiensepara fabricar sustratos de germanio, usados en celdas solares para satélites militares.
En julio, elDepartamento de Defensaadquirióuna participación de 400 millones de dólares en MP Materials, que opera la mina de tierras raras más grande deAmérica, a fin de potenciar su capacidad de manufactura de imanes. El CEO deLockheed Martin,James Taiclet, calificó este acuerdo como “transformador”, por lo que facilitará el aprovisionamiento de imanes paraaviones F-35y misiles de crucero, aunque reconoció que incrementar la oferta alternativa demandará tiempo.
ElForo de Minerales Críticos, creado por elDepartamento de Defensaa inicios del año pasado, busca catalizar nuevos proyectos de cadenas de suministro, colaborando con empresas mineras para asegurar recursos estratégicos como antimonio y germanio. Las grandes firmas de defensa, que delegaban la adquisición de estos insumos en subproveedores, ahora negocian directamente con productores, conscientes de que la pasividad podría dejarlas sin acceso a los materiales clave.
Nicholas Myers, CEO de Phoenix Tailings, lo expresó así:“Las grandes compañías se están poniendo cada vez más nerviosas, porque reconocen que no conseguirán los imanes, pase lo que pase, a menos que se involucren directamente”.
La situación afecta especialmente a quienes, como la estadounidense Leonardo DRS, se acercan al límite de sus reservas estratégicas. Su CEO,Bill Lynn, advirtió que solo quedan existencias de germanio para cumplir con los pedidos a corto plazo:“Para mantener entregas oportunas, el flujo de materiales debe mejorar en la segunda mitad de 2025”. Lynn anunció que la firma explora no solo diversificar proveedores, sino también rediseñar productos que prescindan de germanio.