El papa León XIV llamó a “construir un mundo más humano” en el multitudinario Jubileo de la Juventud

Elpapa León XIVpresidió el evento más multitudinario de su pontificado con cientos de miles de participantes en el Jubileo de la Juventud, exhortando a“construir un mundo más humano y justo”.

Ante la multitud, el pontífice instó: “Reflexionen sobre su manera de vivir y busquen la justicia para construir un mundo más humano. Sirvan a los pobres, y así den testimonio del bien que siempre nos gustaría recibir de nuestros prójimos”.

León XIVllegó en helicóptero hasta la explanada de Tor Vergata, en las afueras de Roma, donde presidió una vigilia de oración con jóvenes de 146 países.

Después recorrió el lugar a bordo del papamóvil, saludó y bendijo a los asistentes, recibiendo muestras de emoción de quienes incluso acompañaron su comitiva corriendo. A continuación,tomó la cruz del Jubileo y encabezó una procesión a pie hasta el escenario.

Durante la jornada, el papa respondió a preguntas en inglés, español e italiano, dirigiéndose a los jóvenes con un mensaje sobre la importancia de la amistad: “Queridos jóvenes, quiéranse entre ustedes, quiéranse en Cristo, sepan ver a Jesús en los demás.La amistad puede verdaderamente cambiar el mundo. La amistad es un camino para la paz”, subrayó.

La mexicanaDulce Maríapreguntó al papa cómo construir relaciones auténticas en la era digital. León XIV citó a Francisco y señaló quelas redes sociales son “una extraordinaria oportunidad de diálogo”, pero resultan ambiguas si predominan intereses comerciales, porque así “rompen nuestras relaciones en mil intermitencias”.

El pontífice advirtió: “Entonces nuestras relaciones se vuelven confusas, inestables, a veces ansiosas. Cuando el instrumento domina al hombre, el hombre se convierte en instrumento. Solo relaciones sinceras y lazos estables hacen crecer historias de vida buena”.

En respuesta a una pregunta en inglés,León XIVafirmó que el mundo actual y el futuro necesitan testigos de justicia, paz y esperanza: “¡Cuánto necesita el mundo de misioneros del Evangelio que sean testigos de la justicia y la paz! ¡Cuánto necesita el futuro de hombres y mujeres que sean testigos de la esperanza! Queridos jóvenes,esa es la misión que el Señor Resucitado confía a cada uno de nosotros!”.

El pontífice recordó a quienes no pudieron estar presentes en el Jubileo por haber fallecido recientemente. Desde el escenario, mencionó a la españolaMaría Cobo, de veinte años, y a la egipciaPascale Rafic, de dieciocho, quien murió la noche anterior de un fallo cardíaco mientras viajaba en autobús a su parroquia en Roma.

“Digo esto pensando en dos chicas. María, veinte años, española, y Pascale, dieciocho años, egipcia. Ambas habían decidido venir a Roma por el Jubileo de los Jóvenes y la muerte les ha acogido en estos días”, señalóLeón XIVcon pesar, provocando un aplauso entre los asistentes.

Además, pidió oraciones por el joven españolIgnacio González, ingresado en un hospital romano.

La jornada estuvo animada por espectáculos, la danza del españolSergio Bernaly la música del grupoHakuna, lo que alivió la espera de los miles de jóvenes que colmaron la zona. Desde el escenario se anunció que la participación rozaba ya el millón, aunque la cifra aún no es oficial.

El encuentro concluyó con coros de “papa León” y el pontífice respondió: “Reposen un poco.La cita es mañana por la mañana para la santa misa. Felicidades a todos y buenas noches”, saludando después a varios asistentes.

Tras la vigilia, los jóvenes acamparon en la explanada, aguardando la misa de cierre presidida de nuevo porLeón XIV.

La gran explanada deTor Vergata, a las afueras de Roma, se transformó en un extenso campamento al aire libre donde cientos de miles de jóvenes aguardan la misa dominical del papa, que marcará el cierre del Jubileo de la Juventud.

Mateo, peregrino de Ciudad de México, compartió su experiencia en diálogo con la agenciaEFE: “No había vivido algo así nunca. Es muy padre, conoces a muchas personas y te enriquece mucho como persona”, relató, preparado para pasar la noche con “una cobija, la maleta como almohada y ya”.

Cada participante recibió una caja con comida para la cena y el desayuno del domingo, formada por latas, bollería, un bocadillo, zumo y agua, suficiente para afrontar las largas horas dentro del recinto. Entre los asistentes, algunos optaron por esterillas para aislarse del suelo, otros sumaron algo más de comida y tampoco faltan quienes, con guitarras y canciones, mantienen el ambiente animado durante la vigilia.

Durante la noche se prevé que la temperatura descienda hasta los 20℃, tras una jornada superior a los 30℃, aunque los participantes no mostraron preocupación. Almudena, peregrina española, expresó: “Estuve en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, así que sabía perfectamente lo que tenía que traer: nada”. Con una mochila y una batería portátil, aseguró confiar en la colaboración de otros para tumbarse en lonas, a pesar del frío inesperado.

Por su parte,Mauricio, llegado desde Ecuador junto a un grupo de jóvenes, subrayó el ambiente especial: “Hemos traído carpas para estar cómodos y poder vivir intensamente los momentos importantes del Jubileo”, manifestó. Resaltó la satisfacción de compartir esta vivencia junto a jóvenes de todo el planeta, unidos por la misma fe.

Entre la multitud,David Romero, diácono guatemalteco recién ordenado, viajó a Roma con el objetivo de compartir un momento único junto a la juventud católica mundial. Varios peregrinos, especialmente italianos, eligieron colchones inflables, aprovechando la cercanía de casa y una mayor preparación.

Tras días de celebraciones por las calles de Roma, la energía de los jóvenes católicos se concentró en Tor Vergata para la Vigilia con el papa León XIV, celebrada este sábado, y la misa programada para el domingo, consolidando este espacio como símbolo espiritual generacional, igual que sucedió en el Año Santo 2000 con san Juan Pablo II.

Al finalizar la vigilia, el pontífice estadounidense y peruano regresó en helicóptero al Vaticano, mientras los jóvenes disfrutaron de actuaciones musicales hasta el cierre de la jornada.

En la mañana dominical, a las 9:30 hora local (07:30 GMT), el papa regresará a Tor Vergata para la misa final, punto culminante de este Jubileo de la Juventud, que ha reunido a fieles de los cinco continentes en la capital italiana.Sin radares, ni comunicación por radio, centenares de miles de personas —cifra aún no oficial— dormirán a la intemperie en la acampada colectiva, considerada uno de los gestos más emblemáticos de las grandes peregrinaciones católicas y, para muchos,el momento más esperadodel Año Santo.