“El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social”, dijo el Pontífice en mensaje a jueces argentinos.
El Papa Francisco, quien habló en términos generales y nunca mencionó ni al Gobierno ni a Milei, no ocultó su preocupación. “Vivimos épocas de intensa injusticia: pocos ricos cada vez más poderosos y millones de pobres negados y descartados”, dijo. “No hay futuro, no hay desarrollo, no hay justicia ni democracia en un mundo en donde millones de niños comen diariamente sólo los desechos de aquellos que sí consumen”, agregó.
En ese sentido, el Gobierno de turno salió al cruce y criticó al Papa. “La justicia social en esta lógica de sacarle a unos compulsivamente para darle a otros ha generado en la Argentina un 50% de pobres, y muchos millones de argentinos que al que el bendito ‘Estado presente’ les ha quitado todo y no les ha dado nada”, sentenció el portavoz de Milei. Si bien Adorni aseguró que desde la administración libertaria no están de acuerdo con algunas frases que expresó el Papa, dijo que “está bien que así sea”.
“El Papa es un líder espiritual y nosotros gobernamos una Argentina con problemas en todos lados. Pueden ser frases muy lindas al oído, pero no han provocado otra cosa que la vuelta al esquema inflacionario. La gente no quiere eso, lo demostró en las urnas”, explicó el funcionario. Y agregó: “Parte de la campaña de Milei fue contar cómo quería dejar de gastar dinero para que la gente esté mejor. Respetamos la palabra del Papa, pero el Estado tiene que garantizar el acceso a la Justicia, que la ley sea igual para todos”.
Esta respuesta se da luego de que a través de un videomensaje que el Papa envió para la inauguración de la primera sede en Buenos Aires del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju), enunciara: “El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social”.
Si bien habló en términos generales y no mencionó directamente al gobierno de Milei, el Sumo Pontífice no ocultó su preocupación. “Vivimos épocas de intensa injusticia: pocos ricos cada vez más poderosos y millones de pobres negados y descartados”, dijo. “No hay futuro, no hay desarrollo, no hay justicia ni democracia en un mundo en donde millones de niños comen diariamente sólo los desechos de aquellos que sí consumen”, añadió.
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