El oscuro negocio de tráfico de cocaína por correo desde Buenos Aires al mundo

El tráfico de cocaína en Argentina se ramifica en dos vertientes bien definidas: el narcotráfico interno y el contrabando internacional. Esta última modalidad, más discreta que la primera, se enfoca en enviar la droga fuera del país, siendo crucial el destino final de la misma.

La cocaína, que alguna vez fue considerada una mercancía ilegal común, ha experimentado un cambio en su consumo debido a la aparición global de sustancias como el fentanilo y drogas sintéticas, relegándola a un producto casi de lujo en ciertas regiones. Los contrabandistas en Argentina, a contramano de la tendencia mundial, se encuentran en una posición estratégica al operar en una zona cercana al kilo de cocaína más barato del mundo, con un valor de dos mil dólares en el monte de Bolivia según expertos y fuentes del hampa local.

El contrabando de cocaína hacia Asia, África y Oceanía representa una actividad sumamente lucrativa y arriesgada, con países del sudeste asiático y Medio Oriente que castigan duramente a quienes participan en este tipo de tráfico. En Australia, por ejemplo, la cocaína puede alcanzar un valor de hasta 250 mil dólares por kilo, según informes de la Policía Federal Australiana. Los envíos se camuflan en pequeños paquetes, generalmente dentro de juguetes o artesanías, y suelen ser despachados por individuos migrantes, mayoritariamente nigerianos.

Un ejemplo de esto es el caso de J. Oyeniyi, un ciudadano nigeriano de 42 años que fue detenido en Lanús por su presunta participación en el contrabando de cocaína. Se le acusaba de armar paquetes con cocaína disimulada en cajas de edulcorantes con destino a Auckland, Nueva Zelanda. En su residencia, las autoridades encontraron herramientas para el ensamblaje de los envíos, así como formularios de una empresa de correo privado. Todo apuntaba a una red de tráfico internacional con el país oceánico como objetivo final.

Oyeniyi no es un caso aislado, ya que entre comienzos de 2022 y junio de 2023, la Aduana registró múltiples decomisos de cocaína con destino a diferentes países, destacando a Australia como uno de los destinos preferidos. Asimismo, la presencia de ciudadanos nigerianos en esta red de tráfico ilegal es significativa, con antecedentes que se remontan años atrás.

Además de los nigerianos, existen otros casos de individuos de diversas nacionalidades que han sido condenados por su participación en el envío de cocaína a través de servicios postales. La tarea de las autoridades se enfoca en desarticular la red de envíos, aunque se sospecha que los detenidos no son los cerebros detrás de la operación, sino simplemente peones en un entramado internacional mucho más amplio. El oscuro negocio de tráfico de cocaína por correo desde Buenos Aires al mundo sigue siendo un desafío para las fuerzas de seguridad, que enfrentan una red compleja y difusa que abarca múltiples continentes.