El Gobierno suspende la producción de billetes de baja denominación en la Casa de la Moneda y nombra un interventor

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En una decisión que marca un hito en la historia de la Casa de la Moneda, el Gobierno anunció la suspensión de la producción de billetes de baja denominación y el nombramiento de un interventor en el organismo. La medida fue comunicada por el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, quien confirmó en conferencia de prensa que Pedro Daniel Cavagnaro asumirá como interventor por un período inicial de 180 días. Este cambio ocurre en el marco de una serie de incumplimientos y altos costos operativos que han rodeado a la entidad estatal.

Adorni destacó que se eliminará la emisión de billetes de $2.000, cuya producción resulta, según el Gobierno, “ineficiente” dada la actual inflación. Los billetes de esta denominación, que llevan las figuras de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson y entraron en circulación en mayo de 2023, dejaron de tener sentido práctico por su bajo poder adquisitivo. “La inflación actual hace que emitir billetes de baja denominación no sea rentable ni acorde a las necesidades del mercado,” explicó el vocero, quien además enfatizó la importancia de avanzar en la eficiencia y modernización de la Casa de la Moneda.

Un proceso de reestructuración

El Gobierno justificó esta intervención por la acumulación de demoras e incumplimientos en tres contratos de producción firmados entre 2021 y 2023. El Banco Central (BCRA), que ya había abonado un 45% del valor de los contratos, denunció que ninguno de ellos fue cumplido en los plazos previstos. Además, el costo de producción de estos billetes en la Casa de la Moneda ha sido el doble del precio que otras casas de moneda internacionales ofrecen, como la española y la china, quienes han asumido parte de la producción de los billetes de mayor denominación.

La intervención también se enmarca en un contexto de modernización, ya que las autoridades monetarias prevén la incorporación de billetes de $20.000. Con la inflación en aumento y el mercado cada vez más inclinado hacia las billeteras electrónicas y pagos digitales, la demanda de billetes de $1.000 y $2.000 ha disminuido. A pesar de que existen en circulación 5.701 millones de unidades de $1.000 y 1.105 millones de $2.000, el Banco Central ha comunicado que estos serán suficientes para satisfacer la demanda del sistema financiero.

Vacaciones obligatorias y posible cierre

A raíz de esta decisión, la Casa de la Moneda ha instruido a su personal dedicado exclusivamente a la producción de billetes a tomar vacaciones forzadas. La entidad aclaró que, hasta el momento, no se han implementado despidos ni suspensiones, pero la medida de otorgar vacaciones obligatorias refleja la posibilidad de una reducción de operaciones. Según comunicaron fuentes internas, los talleres de impresión en Retiro y Don Torcuato (ex Ciccone) ya no están activos en la producción de billetes.

Para el Gobierno, la decisión de suspender esta tarea representa un paso hacia el cierre de la entidad en un futuro próximo, mientras las actividades que restan también han mostrado incumplimientos, como la producción de chapas patentes para vehículos. Ante el contexto financiero y el atraso tecnológico, el organismo estatal tampoco participó en la licitación internacional para los nuevos billetes de $20.000, proceso que estuvo a cargo del Banco Central y que podría convertirse en el nuevo modelo para la producción de billetes en Argentina.