El gobierno francés en alerta ante la organización de una nueva protesta de los «chalecos amarillos» este sábado

El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron continua en el intento de apaciguar a los «chalecos amarillos», a causa del miedo a un estallido de violencia en nuevas protestas previstas para el sábado, marcándose un clima de descontento general que se extiende a otros sectores.

Las convocatorias a manifestar en París el sábado proliferaban en las redes sociales y la mayoría dan cita en los Campos Elíseos, epicentro de las últimas manifestaciones que culminaron en disturbios y enfrentamientos con la policía el fin de semana pasado.

El primer ministro francés, Édouard Philippe, reiteró el jueves un llamado a los «chalecos amarillos» de todo el país a no congregarse en París para manifestar. El objetivo no es «prohibirles que se expresen», pero «evitar que caigan en la trampa tendida por los alborotadores», dijo ante el Senado.

Manifestantes, conocidos como los chalecos amarillos, se manifiestan en Marsella, en el sur de Francia, el sábado 1/12/18. (Claude Paris)

Por su parte, las autoridades anunciaron el despliegue de «recursos excepcionales», además de los 65.000 policías y miembros de las fuerzas del orden que estarán movilizados en todo el país.

El ministerio del Interior dijo que «constata una verdadera radicalización» de algunos «chalecos amarillos», sin contar que, según la misma fuente, están movilizados miembros de la ultraderecha y la ultraizquierda.

Un representante de los «chalecos amarillos», Benjamin Cauchy, pidió al presidente Emmanuel Macron reunirse con parte del movimiento para «calmar» la situación, que según él, ha llevado al país «al borde de una guerra civil». «Le pedimos que se reúna con nosotros para negociar sobre el poder adquisitivo, que es lo que sustenta toda esta ira», dijo Cauchy.

El malestar en varios sectores de la sociedad francesa

Las protestas de los «chalecos amarillos», que expresan la cólera de los franceses que llegan con las justas a fin de mes, comenzaba a tener un efecto contagio y se expandía en otros sectores, principalmente entre los estudiantes.

Protestas estudiantiles en París (archivo).

Alrededor de 200 colegios de secundaria y escuelas, así como algunas universidades, estaban bloqueadas o afectadas en toda Francia el jueves, por cuarto día consecutivo. Los estudiantes protestan contra una reforma del bachillerato y el acceso a las universidades.

Decenas de personas con máscaras que cubrían sus rostros lanzaron cócteles molotov, incendiaron contenedores de basura y se enfrentaron con la policía en varias ciudades del país.

Un total de 146 personas fueron detenidas por la mañana tras enfrentamientos frente a un establecimiento de secundaria en los suburbios de París.

Los bloqueos siguen siendo «minoritarios» pero están a menudo plagados de «mucha violencia», señaló el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer.

Por otra parte, el principal sindicato de agricultores anunció manifestaciones todos los días de la próxima semana y dos sindicatos de camioneros también convocaron una huelga indefinida desde el domingo por la noche.

Cuatro personas han muerto en relación a las protestas que comenzaron el 17 de noviembre y cientos han resultado heridas.

Varios museos cerca de los Campos Elíseos y Arco del Triunfo, que sufrió graves daños el sábado pasado, anunciaron que permanecerán cerrados el sábado. Algunas escuelas de la zona han suspendido también las clases ese día.

Asimismo, el partido de fútbol del París Saint-Germain contra el Montpellier, previsto para el sábado, también ha sido aplazado a petición de la policía de París.

La figura de Macron mantiene en caída su índice de aprobación desde que llegó al poder en 2017, actualmente ronda el 23% luego de la semana caótica).

Su gobierno anunció el miércoles por la noche que no aumentarán los impuestos a los combustibles en 2019 – causa detonante de las protestas de los «chalecos amarillos»-.

Fuente: AFP.