El Gobierno argentino confirma el cierre definitivo del INADI y transfiere sus recursos al Ministerio de Justicia

Este martes, el Gobierno argentino anunció el cierre definitivo del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) mediante el decreto 696/2024, publicado a la medianoche en el Boletín Oficial. Los recursos del organismo serán transferidos al Ministerio de Justicia, según se informó.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, anticipó la medida el lunes por la noche en sus redes sociales, donde afirmó que el INADI había llegado a su «muerte administrativa». Esta decisión es parte de una serie de políticas del gobierno de Javier Milei orientadas a reducir la estructura del Estado.

Críticas al INADI y justificación del cierre

El presidente Javier Milei ha sido uno de los críticos más acérrimos del INADI, al que calificó como «la policía del pensamiento kirchnerista». Según el mandatario, el instituto se utilizaba para «armar listas negras y perseguir ideológicamente a quienes pensaban distinto». Además, Milei argumentó que el INADI no había logrado avances significativos en la lucha contra la discriminación a lo largo de los años.

El cierre del INADI fue justificado por el Gobierno en tres ejes principales: la falta de eficacia en su misión de combatir la discriminación, el alto costo de mantener el organismo y su supuesta ideologización, que según el Gobierno, afectaba su objetividad.

Reacciones al cierre

El cierre del INADI ha generado reacciones diversas. Las ex titulares del organismo, Victoria Donda y María José Lubertino, defendieron su existencia y criticaron la decisión del Gobierno. Por su parte, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) también se manifestó en contra del cierre, señalando que esta medida atenta contra «la protección del derecho a la igualdad y la convivencia pacífica» en el país.

Historia y funciones del INADI

El INADI fue creado en 1994 como un organismo autárquico del Estado argentino, con el objetivo de promover la igualdad y combatir la discriminación en todas sus formas. Sus funciones incluían recibir denuncias de discriminación, investigar estos casos, dictar medidas correctivas, realizar campañas de sensibilización y brindar asistencia a las víctimas.

Durante sus años de operación, el INADI se convirtió en un referente en la defensa de los derechos humanos en Argentina, abordando casos de discriminación por raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual, identidad de género, edad y discapacidad, entre otros.

El cierre del INADI marca el fin de una era en la lucha institucional contra la discriminación en Argentina, dejando un vacío que será absorbido por el Ministerio de Justicia.