A mediados de diciembre del año pasado, la periodista Nancy Duré realizó un informe, recordando que en noviembre de 2019, ElTrece había decidido que había llegado la hora de sacar del aire a El Zorro, después de 16 años ininterrumpidos al aire. Sin embargo, sus fanáticos argentinos mostraron su disconformidad tanto en las redes sociales como en la plataforma change.org, donde presentaron una petición titulada “No saquen al Zorro”. Lo cierto es que, a los pocos meses y teniendo en cuenta que la serie de Walt Disney protagonizada por Guy Williams siempre mantuvo muy buenos niveles de audiencia, las autoridades de la emisora decidieron reponerlo los fines de semana.
La publicación realizada en el sitio Infobae señalaba que desde 2022, en tanto, el enmascarado volvió a ocupar un lugar en la grilla diaria del canal de Constitución, donde se lo puede ver a partir de las 12:30. Y la realidad es, que por lo general, termina promediando más de 5 puntos de rating. Lo curioso, sin embargo, es que la serie cuenta tan solo con dos temporadas, grabadas entre 1957 y 1959, y una tercera en la que se realizaron cuatro episodios especiales. Y, por lo tanto, solo son 82 capítulos los que relatan las aventuras de Don Diego de la Vega y su alter ego en su lucha contra el mal, de los cuales algunos nunca llegaron a estrenarse en la televisión Argentina. ¿Por qué sus seguidores no se cansan de verlos una y otra vez?
El periodista Andy Lucarno, en un informe para Clarín, refiere al personaje más allá de su mejor versión para la Argentina, que es con Guy Williams, y señala que El Zorro es un zorro y varios zorros. Más de cien años en vidriera atestiguan rasgos, metamorfosis, signos de época y, claro está, el adictivo misterio detrás de la máscara para los villanos a quienes doblega y los ciudadanos rasos que lo entronizan. Porque, como sabemos de memoria, El Zorro “defiende al pueblo” sin ser un superhéroe. Es sólo -o nada menos que- un héroe: qué súper ni súper…
Ese Zorro, al menos, es el que exhibe la serie televisiva producida por los estudios Walt Disney entre 1957 y 1960. La que vimos de chicos y hemos vuelto a ver de grandes. Siempre con el sonido de la esgrima, con el mejor espadachín de la historia (El Zorro lo es para sus fans) y con esa fantástica cosmovisión de Don Diego de la Vega para auscultar, armar estrategias, esperar el momento indicado y aparecer así, de la nada. Nadie lo ignora: El Zorro derribará cualquier atisbo de injusticia.
El personaje reverdece en estos días con nueva serie (Zorro) en la plataforma Amazon Prime Video, con producción de Secuoya Studios. Trama aggiornada que, signo de los tiempos, muestra el advenimiento de Nah-Lin, una intrépida joven indígena que también pretende ser Zorro.
En la serie televisiva que Disney estrenó en los Estados Unidos el 10 de octubre de 1957, Don Alejandro no muere o, mejor expresado, la saga no llega hasta ahí. El padre de Diego se entera avanzada la historia de que su hijo (encarnado por Guy Williams) es el que “al hombre del mal sabrá castigar, marcando la Z de Zorro”, tal la legendaria cortina musical.
Este Zorro ha estado al aire durante larguísimos períodos en Argentina. Sale y vuelve, y el rating responde siempre: el viernes 2 de febrero, por ejemplo, marcó 5.3 en la pantalla de El Trece.
La historia original fue creada en 1919 por Johnston McCulley y a partir de ahí surgieron libros, películas y programas de televisión. Hasta que en los años 50 llegó la versión de Disney Company que se volvió un clásico.
La serie contó con dos temporadas de 39 capítulos de 30 minutos cada uno, que se emitieron entre 1957 y 1959. Un año después se realizó una tercera etapa, que en realidad se trató de cuatro especiales de una hora de duración.
En 1992 los episodios de las dos primeras temporadas fueron remasterizados. Una de las versiones es que el último ciclo no fue modernizado y adaptado. En la última emisión, justamente, se descubre la verdadera identidad del Zorro.
Pero en nuestro país hay una devoción por el actor Guy Williams (busquen en Facebook la impresionante cantidad de sitios con su nombre y el del personaje entrañable). En realidad Armando Joseph Catalano, su verdadero nombre, nacido en Nueva York. Ganó el rol después de una prueba actoral y cobró 2.500 dólares semanales por interpretarlo. Para ese exigente papel tomó a toda hora clases de esgrima. Nació el 14 de enero de 1924, en Nueva York y murió el 30 de abril de 1989, en Buenos Aires. Sus restos estuvieron un tiempo en el panteón de la Asociación Argentina de Actores. En 1991 su hijo Steve recibió sus cenizas en California y cumplió el deseo de su padre de que fueran esparcidas en las montañas de California, en la playa de Malibú y en el océano Pacífico.
En una nota publicada por el diario La Nación hace un casi un año, se hace referencia a Alejando Amaro, un apasionado de la famosa serie que, en una investigación de 850 páginas, ahonda sobre el recorrido de Guy Williams, el actor que interpretó al personaje; sus últimos días en el país y las mujeres que lo marcaron. Amaro, artista polifacético, es dibujante, pintor, músico y un agradecido, ya que la primera oportunidad sobre el gran escenario se la dio nada menos que el talentoso Norberto Napolitano, allá por los años 90, cuando intentaba trascender tocando el bajo con Alacrán, su banda, y Pappo lo convocó como grupo telonero en el Superdomo, en su Mar del Plata natal.
Hoy sigue viviendo gracias a la música, pero también intenta trascender como escritor. Tiene terminado un libro titulado “La historia secreta del Zorro en Argentina”, novela biográfica de 850 páginas. Se trata del resultado de recorrer durante cinco años cada lugar donde Guy Williams se presentó en el país. Entrevistó a decenas de personas y consiguió, además de fotos inéditas, documentación de gran valor periodístico como el informe policial relacionado con su muerte ocurrida en soledad, aquel 30 de abril de 1989. También, la autopsia completa.
“Él da el puntapié inicial a su radicación definitiva en Argentina en Mar de Plata. Fue en las vacaciones del 77/78, cuando trabajaba en el circo Real Madrid junto a Fernando Lúpiz. Yo era un pibe de once años e iba a verlos”, describe Amaro, y cuenta que como estuvo siempre muy vinculado al tema de los comics porque de niño le encantaba dibujar, pensó que la de El Zorro era una historia apasionante: “¿Sabés dónde hacías mis dibujos cuando era chico? En el papel en el que el almacenero envolvía el fiambre. Mi abuela me lo guardaba. Me convencí de que debía escribir la historia de un actor de Hollywood que teniendo todo se vino a alquilar un departamento de dos ambientes en Buenos Aires. Y que muere acá. Quise saber en detalle qué fue lo que le pasó. Y eso terminó en una biografía novelada que está para publicar apenas consiga editorial”.
Del amor a la muerte: las últimas horas de Guy Williams
Guy había encontrado en la Argentina su lugar en el mundo. Desde que lo trajo Canal 13 cuando realizó su primera visita al país en los años 70, se apasionó con estas tierras y con sus mujeres. Se había casado en Estados Unidos con Janice Cooper -exmodelo, con quien tuvo dos hijos, Steven y Anthony- pero mantuvo aquí algunos romances que trascendieron.
En su libro, Alejandro se refiere a cada una de las historias con más detalles de los conocidos hasta hoy: “Él estuvo muchos años de novio con Araceli Lizaso, protegiendo esa relación, cuidando que nadie le sacara en público una foto con ella. Mantenía una especie de vida paralela. Digamos que hasta que no blanqueara la situación en su país no podía tener una novia acá. La conocí y hablé con ella muy seguido. También se enamoró de Patricia Goodliffe, a quien no le interesó para nada su fama y mantenía un perfil muy bajo. Otra pareja que tuvo fue Johanna Fonseca. Cuando rompe por un tiempo con Patricia, empieza a salir con ella en 1988″.
En su investigación acerca de la vida y la muerte del actor, Amaro aclara algunos mitos que se fueron repitiendo a lo largo del tiempo. “Mucho se dijo acerca de que murió solo y abandonado. Nada que ver. Tampoco pasaba por una depresión como se insistió, al contrario, estaba contento, no tenía un mal pasar económico ni se suicidó como también llegué a escuchar”, señaló y agregó: “Simplemente venía programando un fin de semana largo en soledad, ya que se acercaba el 1° de mayo. Había estado averiguando para alquilar un auto, hacer un viaje, pero lo sorprendió la muerte. Intentó llegar al teléfono, pero no lo logró. Te lo cuento con tanta seguridad porque tengo en mi poder y están en mi libro el informe policial y la autopsia. Estudié mucho su muerte porque quise saber qué había pasado. Guy intentó ponerse algo de ropa y hacer un llamado pero no pudo. Cayó en el dormitorio. Sé hasta lo que había comido la noche anterior. Lo charlé incluso con forenses, descubrí algunas cosas…
-¿Algo extraño relacionado con su muerte?
-…
Alejandro Amaro hace un silencio y elige no abundar en detalles. Solo expresa al respecto: “Un buen lector va a encontrar algunas respuestas en mi libro. Vamos a dejarlo ahí…”. Además de fotos inéditas, explica que tiene en su poder cartas jamás vistas escritas de puño y letra por Guy Williams: “Donde habla de tal o cual político, o sobre el tema Malvinas, que le interesaba muchísimo. Tengo todos los departamentos que alquiló, todos los lugares donde vivió. Fueron cinco años visitando cada lugar donde estuvo. Solo me falta imprimirlo, lo tengo maquetado y corregido, es éste que ves acá”, completa y muestra él único ejemplar en su poder.
Fotos tomadas de la fanpage de Facebook: Zorro Guy Williams Fans Club
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