Con una población que crece a un ritmo acelerado, la capital de la India está en camino de convertirse en la mayor megalópolis del mundo para el 2028. Lejos de ser un logro, esta tendencia daría paso a una de las mayores catástrofes urbanísticas y medioambientales que amenaza a millones de personas.
Más de 27 millones de habitantes viven en el Territorio de la Capital Nacional de la India y sus alrededores. Esa cifra equivale a la población de países como Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, juntos. Todos, concentrados en un territorio menor que el de la Isla de la Juventud [Cuba]. Esta es la realidad que nos acerca el informe publicado recientemente por la empresa de investigación Demographia.
Al día de hoy, los efectos de la desenfrenada urbanización son ineludibles en la zona capitalina de la India. Los gigantescos atascos de tráfico son parte de la rutina diaria y el smog a menudo cubre la urbe, provocando incluso retrasos en los vuelos debido a la poca visibilidad en el aeropuerto. Y cada día, el problema se agrava aún más.
El informe de Demographia indica que cada año un promedio de 700.000 personas se instalan en la ya sobrepoblada ciudad. El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, por su parte, pronostica que si esta tendencia sigue, la capital hindú podría superar a Tokio y convertirse en la mayor megalópolis del mundo.
El Territorio de la Capital Nacional es un departamento federal de la India compuesto por la ciudad de Delhi, el distrito capitalino de Nueva Delhi y varios suburbios a sus alrededores
La carrera por las viviendas
La capital de la India solo refleja una tendencia global: a medida que el mundo se desarrolla, la población de los países se va trasladando a las grandes ciudades, donde tiene lugar la mayor parte de la actividad económica. Según estimaciones de la propia ONU, más de la mitad de la población mundial ya reside en zonas urbanas y se prevé que esa proporción supere los dos tercios a mediados de siglo.
Las consecuencias de ese cambio dependen en gran medida de la capacidad de los gobiernos de proporcionar los servicios y la infraestructura necesarios para lidiar con ese crecimiento. El desafío ha sido aceptado por el Gobierno del primer ministro indio, Narendra Modi, quien ha establecido ambiciosos objetivos en el marco del programa ‘Vivienda para todos’ para 2022, además de mejorar los sistemas de transporte, alcantarillado y drenaje por toda la India. Incluso se está aprovechando la situación para poner a prueba y desarrollar la Ciudad Inteligente, un complejo sistema que gestiona mejor el tráfico, el agua, los residuos y otras necesidades urbanas.
Pero el incesante crecimiento de la zona capitalina hace que sea difícil mantenerse al día. Según recopila Bloomberg, desde 2005 se han construido 43.000 nuevos hogares en el marco del programa de viviendas para los más necesitados. En ese mismo lapso de tiempo, la población de la megalópolis ha crecido en unos 10 millones de personas, en gran parte debido a la llegada de inmigrantes rurales que incrementan el nivel de pobreza de la capital.
«Desde hoy a 2030 debemos construir algo así como 700 y 900 millones de metros cuadrados de espacio urbano cada año, lo que significa un Chicago cada año. ¿Es posible hacerlo? No creo que esa sea una pregunta apropiada. No tienes otra opción que no sea hacerlo. Y tienes que hacerlo de una manera verde y sustentable», cita el medio las palabras del ministro de Vivienda y Asuntos Urbanos de la India, Hardeep Singh Puri.
El agua, un riesgo inminente
La India es la economía que más rápido crece, superando en tasas de crecimiento incluso a China. Esto ha ayudado al Gobierno a sacar de la pobreza a millones de personas en la última década. Pero los esfuerzos para remediar los problemas de vivienda se han visto amenazados por las dificultades de adquisición de tierras, reubicación, infraestructura y preocupaciones ambientales. Esto ha enfurecido a muchos locales, con demandas judiciales por problemas de tráfico, ambientales y compensaciones para los residentes desalojados de las zonas de baja densidad.
Pero este no es el mayor problema.
Según apunta el informe del Institución Nacional para la Transformación de la India (NITI Aayog), se pronostica que dos decenas de ciudades del país, incluido el Territorio de la Capital Nacional, sufrirán una escasez de aguas subterráneas a partir del 2020. Según el documento, hoy en día alrededor de 600 millones de personas ya se enfrentan a este problema y cerca de 200.000 indios mueren cada año debido a la falta de acceso al agua potable.
«Para 2030, se prevé que la demanda de agua del país duplique la oferta disponible», dice el informe de NITI Aayog.
La crisis es tan grave, que el pasado agosto el Tribunal Superior de Delhi dictaminó que algunas propiedades comerciales de la megalópolis no podrán ser entregadas hasta que no le sean garantizados los suministros de agua y una adecuada gestión del tráfico.
Un círculo vicioso
Para 2030, se proyecta que el mundo tendrá 43 megalópolis con más de 10 millones de habitantes, la mayoría de estas en regiones en desarrollo. Pero si bien algunas de estas ciudades, como Tokio, Hong Kong o Moscú han sabido manejar el proceso urbano de manera controlada, en la mayor parte del mundo en desarrollo este crecimiento se produce de manera descontrolada. Y cuanto más grande es la ciudad, más atractiva se vuelve para los migrantes.
«Mucho depende de cómo se gestionan las ciudades. En este momento estamos teniendo un severo conjunto de problemas de administración», comparte al respecto Sumila Gulyani, líder del programa de infraestructura y desarrollo sostenible para la India del Banco Mundial.
En sus palabras, la clave para mejorar la eficiencia de las crecientes megalópolis es capacitar a las autoridades locales para que estén en mejores condiciones para enfrentar los desafíos de la urbanización. El especialista pone como ejemplo otro proyecto hindú: en Shimla, la capital del estado de Himachal Pradesh, en el norte de la India, las autoridades regionales han creado una agencia especial para la gestión del agua, por primera vez a nivel de la ciudad.
Para una ciudad donde los grifos de agua se quedan secos durante el verano, eso es un paso tan evidente como revolucionario, concluye Gulyani.
Fuente: Sputnik
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