Cristina Kirchner se enteró el miércoles a la tarde de que el busto que ella mandó a poner en el Salón de las Provincias, en una de las entradas al recinto del Senado, lo iban a retirar. Y si bien al principio, a un ex funcionario que habló ese día con ella le pareció que no le dio demasiada trascendencia, en el Instituto Patria aseguran que ya entrada la noche había entrado en cólera.
«Creo que Cristina no creyó que se animarían a sacar a Néstor. O por lo menos, no ahora. Ella, salvo la carta que publicó hace unos días, viene ayudando a Milei con su silencio. Alguien le avisó que de verdad lo iban a hacer, y como ya le ocurrió en el pasado, la furia vino con delay», le cuenta un asiduo visitante del Patria.
Y agrega: «Estos libertarios son más pillos de lo que demostraron en campaña. Como hacíamos nosotros, todo huele a una estrategia para desviar la atención de las malas noticias. Mientras más suba la pobreza, se quiten subsidios y aumenten los servicios esenciales, más vamos a ver este tipo de maniobras. La semana pasada fue Lali, ayer (por el jueves) fue el show del Inadi y hoy la decisión a que el Gobierno vuelva a ser querellante en casos de corrupción, sumado con esto del busto. Se ve que Milei aprendió bien la frase que solía repetir Néstor: ‘Al enemigo, en el desierto, sal».
En medio de las críticas a Victoria Villarruel, el bloque de UxP recibió al busto de Néstor Kirchner. La decisión de la vicepresidenta generó el repudio de los legisladores de Unión por la Patria. “Nunca van a poder sacarle su lugar en la historia y en el corazón del pueblo”, remarcó la senadora Anabel Fernández Sagasti.
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