Una nueva ejecución pública en nombre del ‘crimen de honor’ conmociona a Pakistán y pone en evidencia la persistencia de prácticas tribales brutales amparadas por normas patriarcales. El dramático suceso ocurrió en la remota provincia de Baluchistán, mostrando la ejecución a plena luz del día de una pareja acusada de mantener una relación ‘ilícita’.
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LA ESCENA DEL CRIMEN
El crimen, filmado en un angustiante video que se volvió viral, expone los cuerpos ensangrentados de la pareja tendidos uno junto al otro, sin vida. La policía de Baluchistán confirmó que los videos corresponden al crimen en investigación y ha arrestado a al menos once personas, aunque se desconoce si entre ellas está el líder tribal responsable del fallo.
REACCIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN
Las autoridades condenaron duramente los hechos, calificándolos como ‘intolerables’ y ‘una violación flagrante de los valores sociales y la dignidad humana’. Sin embargo, los crímenes de honor continúan a pesar de intentos legislativos por erradicarlos. Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, al menos 335 mujeres y 119 hombres fueron asesinados en 2023 bajo esta modalidad, una cifra que los expertos consideran subestimada debido al silencio cómplice de familias y comunidades enteras.
HACIA UNA RESPUESTA EFECTIVA
A pesar de promulgarse reformas legales que aumentan las penas, la persistencia de estos crímenes demuestra la brecha entre el discurso oficial y la realidad cotidiana. La ejecución reciente en Baluchistán no es un hecho aislado, sino parte de una secuencia estructural de violencia legitima por normas sociales profundamente arraigadas. Mientras las imágenes de la ejecución circulan por el país, la pregunta de fondo sigue sin respuesta: ¿cuánto tiempo más podrá una nación convivir con la barbarie y la impunidad en nombre del ‘honor’?