EEUU e Irán, al borde de la guerra tras el asesinato del máximo general iraní

EEUU e Irán, al borde de la guerra tras el asesinato del máximo general iraní

El general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní y arquitecto de las intervenciones de Irán en Medio Oriente, murió el jueves por la noche en un ataque aéreo estadounidense en Irak junto a otras nueve personas. Su asesinato constituye una abrupta escalada en el enfrentamiento entre Washington e Irán, que causó una crisis tras otra desde que el presidente Donald Trump retirara a su país del acuerdo nuclear de 2015 y volviera a imponer fuertes sanciones a Teherán.

Trump, de vacaciones en su club privado de Palm Beach, Florida, tuiteó que ordenó el ataque porque Soleimani estaba «planeando matar» a muchos estadounidenses y era responsable de asesinar o herir a «miles» de sus compatriotas en Medio Oriente.

Estados Unidos urgió a todos sus ciudadanos a abandonar Irak «inmediatamente» y dijo que su embajada en Bagdad, que fue atacada por milicianos y manifestantes pro-iraníes esta semana, cerró sus puertas y suspendió todos los servicios consulares.

Unos 5.200 soldados estadounidenses están desplegados en Irak, donde entrenan a las fuerzas de seguridad locales y ayudan a combatir al grupo islamista Estado Islámico (EI), también enemigo de Irán.

El líder supremo de Irán, ayatollah Ali Jamenei, advirtió que una «dura venganza aguarda» a Estados Unidos tras el ataque aéreo que mató al general Soleimani cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad.

Jamenei declaró tres días de duelo por la muerte del comandante, considerado el hombre más poderoso de Irán detrás del ayatollah, y nombró al general Esmail Ghaani, hasta ahora segundo de Soleimani, como jefe de la Fuerza Quds.

El presidente iraní, Hasan Rohani, calificó el asesinato de «crimen atroz”.

Decenas de miles de manifestantes iraníes tomaron las calles de Teherán luego de las plegarias islámica de los viernes y quemaron banderas estadounidenses al grito de «muerte a Estados Unidos».

El asesinato, así como cualquier represalia iraní, podría encender la mecha de un conflicto que haga arder a Medio Oriente. Estados Unidos tiene tropas en Irak, Siria y varios otros países árabes de la región.

En las últimas dos décadas, Soleimani, de 62 años, supervisó la creación de una vasta red de milicias aliadas y fuertemente armadas que se extiende por todo Medio Oriente y llega hasta el sur del Líbano, a las puertas de Israel. Sin embargo, el audaz asesinato podría actuar como disuasión y llevar a Irán y a sus aliados a demorar cualquier respuesta ante el temor de una guerra total, según analistas.

Los precios internacionales del petróleo se dispararon tras el ataque.

El Departamento de Defensa estadounidense dijo que Soleimani fue asesinado porque «estaba desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos y militares estadounidenses en Irak y en toda la región».

El Pentágono también acusó a Soleimani de haber orquestado el violento asalto del martes pasado a la embajada estadounidense en Bagdad.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo a la cadena CNN que Soleimani estaba planeando un gran ataque «inminente» que «habría puesto en riesgo las vidas de decenas de estadounidense, sino de cientos». Pompeo no dijo cuándo ni dónde se esperaba el atentado, pero señaló a la cadena Fox que en él «habría habido muchos musulmanes muertos también, iraquíes, personas de otros países».

El ataque que mató a Soleimani en uno de los accesos al aeropuerto y fue lanzado por un drone, informaron CNN y Fox citando a funcionarios estadounidenses no identificados.

Soleimani acababa de desembarcar de un avión que había llegado de Siria o Líbano, dijo una fuente de seguridad iraquí a CNN.

La explosión destrozó su cuerpo y el de Abu Mahdi al-Muhandis, vicecomandante de Hashed al-Shaabi (Fuerzas de Movilización Popular), la coalición de milicias iraquíes que atacó la embajada estadounidense en Bagdad.

La fuente dijo que Soleimani fue identificado por un anillo que usaba.

La TV estatal iraní dijo que 10 personas murieron en el bombardeo, incluyendo a cinco miembros de la Guardia Revolucionaria y al yerno de Soleimani, a quien no identificó.

Potencias mundiales advirtieron que el mundo es un lugar más peligroso tras la orden de Trump de asesinar a Soleimani.

El impacto más inmediato podría ser en Irak, donde este sábado será enterrado al-Muhandis.

El primer ministro iraquí en funciones, Adil Abdul-Mahdi, condenó el ataque como una «agresión contra Irak».

El Parlamento iraquí convocó para el sábado a una sesión de emergencia para «tomar decisiones para poner fin a la presencia de Estados Unidos en Irak», dijo el vicepresidente de la cámara, Hassan al-Kaabi.