Faltan 57 días para que comience el verano y a la mayoría le llega el apuro por bajar de peso y para eso recurren a lo que más cerca tenemos, las redes sociales.
“Hoy el boom son las redes sociales, facebook, instagram y la verdad que mucha gente se está introduciendo en esto de aprender a comer y mejorar sus hábitos, siguiendo cuentas, de diferentes personas, gimnasios”, arranca diciendo el Lic. en nutrición Franco Notario y agrega “esto tiene un lado positivo y un lado negativo.
Lo negativo es que no toda la información que circula en las redes sociales no es tan exacta, no es tan cierta, no está avalada por estudios científicos o por profesionales idóneos en el tema, entonces la gente tiene un bombardeo de información y no sabe qué es verdad y qué es mentira. Lo positivo es que genera conciencia a la hora de cambiar pequeños hábitos. Por ejemplo yo con mi página (Fnutrición, en facebook e instagram) ya se que la persona va a cambiar de a poquito con algo que se informe. Hay que ser claro, preciso, cortito y al pie, para que la persona entienda y pueda empezar a cambiar cosas de sus hábitos. La ventaja de que hoy las redes sociales llegan a todos, y si es información buena, válida, correcta, le sirve a la gente”.
Cada día aparecen miles de cuentas nuevas que dan consejos o muestran estilos de vida “saludables” con la intención de contagiar a los seguidores, pero muchas veces solo logran confundirlos y generar frustración por no poder llegar al objetivo que está detrás de la pantalla.
Lo que muchas personas no saben es que la chica linda que come rico, saludable y entrena 2 horas por dia, en el mejor gimnasio y con el entrenador que solo le presta atención a ella, generalmente vive de eso, le pagan por subir una foto de un plato super colorido. Miles de marcas auspician a estas chicas y no es la realidad de todos los seres humanos y cuando se trata de imitar ese estilo de vida, llegan los problemas.
Con respecto a esto, el licenciado dice que “el problema de las chicas o chicos fit es que creen que porque a ellos les fue bien con determinada alimentación o ejercicio, eso le va a funcionar a todos. El entrenador del gimnasio que cree que porque está bien comiendo pollo con arroz, le va a recomendar la misma dieta a una persona que llega al gimnasio y tiene diferentes objetivos y diferente cuerpo. No estoy de acuerdo con que una persona que porque hizo uno o dos años de gimnasio esté recomendando sobre alimentación o dando dietas. Los cuerpos son diferentes, reaccionan diferente y una alimentación no les va a servir a todos por igual. Aparte que los entrenadores o “chicas fit” no tienen en cuenta los gustos de la gente, los horarios, las rutinas, los aspectos psicológicos, emocionales. Todo lo que gira en torno a la comida de las personas no es solo decirle come esto y ya está. Por eso es fundamental conocer cada caso y cada paciente en particular”.
Chau dietas
“El tema de la dieta es algo que se está dejando un poco atrás, por lo menos la nueva escuela de nutrición y muchos colegas jóvenes están trabajando desde otro lado, porque nos dimos cuenta que la dieta por años y años nunca funcionó y no creo que funcione porque lamentablemente se engañó a la gente con que hay que hacer dieta para bajar los kilos que tenemos de más y después no la hacemos más. y en realidad hay que comer bien tengamos o no tengamos exceso de peso. A la dieta se la relaciona con castigo, cuando comer bien debería ser algo que elegimos porque nos hace bien y nos gusta. Hay que inculcar los buenos hábitos, tratar de entender que se puede comer de todo teniendo un equilibrio”, comenta Franco debido a la cantidad de dietas estrictas que circulan en internet y prometen bajar 10 kilos en una semana. “La educación alimentaria es la clave, porque a una persona le decis dieta y se espanta. Las dietas no funcionan porque a las personas cuánto más les prohibís, más lo quieren. No hay forma de decirle a una persona no comas esto, come esto. Hay que buscarle la vuelta para que la persona elija lo saludable”.
Elegir sano en época de crisis
“Como nutricionista quiero que el paciente coma lo mejor, lo más natural, lo más orgánico, pero hoy en día, como vivimos, no podemos pretender que el paciente coma como queremos nosotros. Hay que adaptarse al paciente, trabajar desde cómo es su vida y a partir de eso lograr un cambio. Es cierto que hoy los alimentos saludables están un poco más caros que los que no aportan tantos nutrientes, entonces a las personas se le complica elegir alimentos que nos hagan bien. Lo mejor es ir a las ferias, donde generalmente suelen estar más baratas las verduras, las frutas, buscar las distribuidoras grandes, comprar en cantidad”, aconseja el profesional para adecuarse al momento que estamos viviendo y ser realista a la hora de orientar a los pacientes para mejorar el estilo de vida.
Por último, el licenciado afirma que “la planificación es la clave: nos tomamos diez minutos del fin de semana para planear que vamos a comer toda la semana, tratar de pensar qué voy a almorzar, qué voy a cenar, qué me puedo llevar de colación a los lugares que voy. también hay que tratar de no tener distracciones a la hora de la comida, sentarme tranquilo, masticar despacio. Y por supuesto saber que no existen los milagros, recurrir a los suplementos dietarios no tiene sentido porque la persona no los puede consumir de por vida y viene el famoso efecto rebote. Lo ideal es trabajar con la alimentación que es lo que si vamos a mantener de por vida”.
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