El dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha llegado a España en busca de asilo político tras recibir múltiples amenazas y presiones por parte del régimen de Nicolás Maduro. La noticia fue confirmada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), coalición a la que pertenece González, mediante un audio difundido a través de WhatsApp. En su mensaje, González expresó su agradecimiento por el apoyo recibido y aseguró que continuará su lucha por la democracia en Venezuela desde el exterior.
Su salida de Venezuela fue facilitada por un salvoconducto, otorgado tras una serie de negociaciones entre los gobiernos de España y Venezuela, según afirmó el fiscal general del régimen, Tarek William Saab. No obstante, el canciller español, José Manuel Albares, negó que hubiera cualquier tipo de acuerdo político con Caracas y aclaró que la solicitud de asilo fue una decisión personal de González.
El exilio de González Urrutia llega tras una intensa ola de represión desencadenada por el régimen chavista luego de las elecciones del 28 de julio, que fueron denunciadas por la oposición como fraudulentas. La justicia venezolana había ordenado su detención bajo la acusación de haber publicado actas electorales que lo proclamaban ganador. Según la oposición, González habría obtenido el 83,5 % de las actas recabadas, lo que demostraría su victoria sobre Maduro, quien fue declarado oficialmente vencedor sin que se presentaran pruebas detalladas del proceso.
El Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, ambos controlados por el chavismo, avalaron el triunfo de Maduro, lo que llevó a una crisis política en el país. Diversos países, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y varias naciones latinoamericanas, se han negado a reconocer los resultados electorales.
En respuesta a su exilio, la líder opositora María Corina Machado condenó las amenazas contra González Urrutia y su entorno, calificando al régimen de Maduro como «criminal» por tratar de silenciar al dirigente opositor. Según Machado, las constantes coacciones y los intentos de chantaje sobre González demostraban la falta de escrúpulos del régimen.
Por su parte, Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, emitió un comunicado en el que lamentaba que un líder político se viera obligado a buscar asilo en otro país y exigió que Venezuela ponga fin a la represión contra miembros de la oposición y la sociedad civil.
González Urrutia permaneció en la clandestinidad desde el 30 de julio y pasó un tiempo refugiado en la embajada de Países Bajos en Caracas antes de trasladarse a la española el 5 de septiembre. Su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, fue recibida con gestos de solidaridad por parte de la comunidad venezolana en el exilio.
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