En cada rincón improvisado de Ciudad de Gaza, entre carpas y escombros convertidos en refugio, familias como la de Nizar Bakron pelean a diario una batalla silenciosa contra la muerte y el olvido. #Gaza #guerra #hambre
EL DRAMA DE LAS FAMILIAS DESPLAZADAS
Nizar, de treinta y ocho años, no ha dejado de moverse desde el siete de octubre de 2023, cuando huyó del vecindario de Shejaia tras el ataque que desató la venganza y la guerra. Su itinerario ha sido un recorrido doloroso por nombres convertidos ahora en sinónimos de huida: Al-Zahra, Nuseirat, Rafah, Khan Younis. Cada parada ha significado un intento desesperado por sobrevivir, como si la distancia pudiera conjurar el peligro.
En la mesa improvisada, el hijo menor de Nizar mastica un pedazo de pan tan duro como la historia de su familia. El ciclo de la violencia no da respiro. Un día en mayo, mientras la mayoría dormía, una explosión destrozó el edificio de Al-Barajuni, donde se refugiaban. “Perdí a dos hijos: mi hija mayor, Olina, y después Rebhi. Mi padre también murió. Y el más pequeño, con menos de dos años, lleva cincuenta días en el hospital”, relata Nizar con la voz desgarrada de quien ha contado demasiadas noches sin final.
La tragedia de los Bakron y otras familias es la crónica de Gaza, un territorio donde casi no queda centímetro sin huella de desplazados. Las cifras hablan de decenas de miles de muertos y una crisis humanitaria inédita en la historia reciente.
La guerra nació del ataque del siete de octubre de 2023, con el asalto del grupo terrorista Hamas a comunidades de Israel. La escasez de alimentos es tan grave que la Organización Mundial de la Salud la llama ‘hambruna provocada por el hombre’. Entre tendederos improvisados y estufas de lata, las vidas siguen porque no hay otra opción. El drama de quienes cruzaron los escombros de Gaza no tiene héroes, solo resistencia: padres huérfanos de sus propios hijos, madres que apagan el hambre de los nietos con palabras dulces, docentes que sostienen a la familia empujando una silla de ruedas. #crisishumanitaria #Gaza #refugiados