Después de años de reveses y estancamientos, el presidente Donald Trump presentó este jueves otro plan de inmigración en un intento para convencer al público y legisladores estadounidenses de que es necesario reformar el actual sistema.
El mandatario explicó que su plan busca la «modernización radical» del proceso de inmigración legal que «es totalmente disfuncional». Se basará en el mérito de quienes quieran vivir en los EEUU. «Nuestra propuesta es pro estadounidense, pro inmigrante y pro trabajadores. Ayudará a todos a alcanzar el sueño americano», prometió. «No discriminaremos más a los inmigrantes brillantes, con talento. Queremos que estos estudiantes excepcionales se queden en EEUU», agregó para explicar que la propuesta se basará en los méritos.
El republicano detalló que decidió reemplazar las tradicionales «Green cards» por «Build America Visa» (Visa Construye Estados Unidos).
«Daremos más puntos por ser un trabajador joven, tener un conocimiento valioso y una oferta de empleo y una educación avanzada, o un plan para crear empleos» en Estados Unidos, además de convertir el nivel de inglés y el «civismo» en dos requisitos indispensables, dijo Trump.
El mandatario, además, adelantó que la propuesta incluye un fuerte paquete de seguridad fronteriza que se autofinanciará con la propia actividad de la frontera. Además, reveló que el muro, que ya se está construyendo, «avanza muy rápido».
La Casa Blanca ha decidido centrarse en rediseñar sólo las normas de inmigración legal, sin abordar la situación de los 11 millones de indocumentados que hay en EEUU ni el limbo en el que se encuentran los jóvenes llamados «soñadores».
La nueva iniciativa, impulsada por Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, se centra en la seguridad fronteriza y en modificar el actual sistema de «green cards» (tarjetas de residencia permanente para inmigrantes) a fin de que favorezca a personas altamente calificadas, con carreras universitarias y que ya recibieron ofertas de empleo, y no a parientes de quienes ya están en Estados Unidos.
El plan crearía un sistema de visas basado en puntos, similar al aplicado por Canadá y otros países. Los funcionarios solicitaron guardar el anonimato para poder esbozar el plan antes de que Trump haga su anuncio.
Estados Unidos concedería el mismo número de visas como lo hace a la fecha, pero un número mucho mayor serían entregadas a estudiantes excepcionales, profesionales y personas con diplomas técnicos. Otros factores que serán tomados en cuenta son la edad, el dominio del inglés y las ofertas de empleo.
Un número mucho menor de permisos se otorgarán a las personas con parientes en territorio estadounidense. Podría ser eliminada la lotería de visas por diversidad, que ofrece green cards a ciudadanos de países con bajas tasas históricas de inmigración hacia Estados Unidos.
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