NATALIA OCAMPO (47) y su novio CÉSAR VALENZUELA (48) fueron asesinados brutalmente en su casa de Rosario por ANÍBAL RAMÓN CABAÑA (61), ex marido de Natalia. El trágico suceso ocurrió luego de que Natalia denunciara a Cabaña por violencia de género, se separara de él y comenzara una nueva relación. Cabaña, tras ingresar con una llave a la vivienda, perpetró el doble crimen con un arma de fuego que luego escondió en el tanque de agua de la propiedad de una de sus hermanas.
Las denuncias previas de Natalia contra Cabaña, todas archivadas, revelaban un historial de violencia que incluía ataques con disparos y una bomba molotov contra su domicilio. Tras la separación, Cabaña continuó hostigando a Natalia, llegando al extremo de amenazarla de muerte.
El trágico desenlace se produjo en la casa que Natalia compartía con inquilinos, entre ellos César Valenzuela, quien también fue víctima de la ira de Cabaña. Este ingresó a la vivienda sin forzar la entrada, ya que disponía de una llave, y perpetró los asesinatos en la planta alta, donde ultimó a tiros a Natalia y a su pareja.
Cabaña, luego de confesar el crimen, se entregó a la Policía y reveló el paradero del arma utilizada. Se presume que adquirió el arma con la intención de atacar a Natalia, a quien asesinó horas después de que ella publicara en redes sociales un mensaje en el que expresaba su deseo de libertad.
La comunidad religiosa a la que pertenecían tanto Natalia como Cabaña se vio conmocionada por el trágico desenlace, y diversas personas han denunciado el comportamiento violento y controlador de Cabaña en redes sociales. El caso ha puesto de manifiesto una vez más la gravedad de la violencia de género y las consecuencias letales que puede acarrear.