Día Internacional del Whisky: por qué se celebra el 18 de mayo

El tercer sábado de mayo de cada año se celebra el Día Internacional del Whisky, una jornada propuesta por el consultor británico Blair Bowman mientras estudiaba en la Universidad de Edimburgo en 2012: el autor de libros tales como “Guía de Bolsillo del Whisky” buscó generar una iniciativa que impulsara actividades para el público cautivo, produciendo experiencias en catas y talleres especializados en la destilación, pero tomó trascendencia mundial.

Poco después, en 2014, el Parlamento escocés oficializó el reconocimiento, y más de 250.000 personas participaron de los diferentes eventos propuestos en aquella nación; ya en 2015, hubo fiestas en los siete continentes.

¿Qué significa la palabra whisky?

Curiosamente, el whisky había surgido en Escocia en 1494 con el objetivo de convertirse en un tranquilizante para mitigar diferentes dolores o malestares. Su traducción significa “agua de vida” y, en un principio, se creía que sería capaz de eliminar las penas del alma.

Al mismo tiempo, solía utilizarse durante los funerales y ante circunstancias de fallecimiento de familiares y amigos, como un antídoto para evitar el sufrimiento. Durante varias décadas, supo distribuirse entre la población general, tal y como si fuera un medicamento eficaz.

¿Cuándo se popularizó el whisky?

En los siglos XVII y XVIII, el whisky barato oficiaba de preservación para los cuerpos que quedaban destinados a la disección, e incluso la Iglesia buscó regular los hábitos de los bebedores y prohibirlo durante los domingos; de todas formas, el aumento del impuesto a los vinos favoreció a la demanda de otras alternativas, entre las que figuraba el producto destilado.

Con el transcurrir del tiempo, la bebida, que se obtiene a través de la fermentación de diferentes cereales como la cebada, el trigo, el maíz y el centeno, con agregados de malta y cerveza, acabó extendiéndose por todo el mundo, pero empleada para otros fines mucho menos protocolares.

Según los expertos, si el producto se añeja dentro de las barricas y se regula el alcohol –entre 35 y 50 grados promedio- con el medio ambiente, la transpiración resulta ideal para obtener una mayor calidad del whisky almacenado. A su vez, se recomienda consumirlo solo, debido a que su mezcla con otras bebidas permite descubrir nuevos aromas, sabores y sensaciones.

Blair Bowman, que se erigió como el autor del Día Internacional del Whisky y es uno de los principales catadores en el planeta, tomó una insólita decisión que sostiene hasta hoy. Debido a las posibles consecuencias que podría afrontar al infectarse de coronavirus, como experimentar anosmia –pérdida del olfato- y ageusia –pérdida del gusto-, el joven de 31 años sigue recluido en su casa, realizando un aislamiento preventivo que dejó de ser obligatorio hace tiempo.

“Imaginen que uno de los síntomas fuese quedarse ciego. Artistas, fotógrafos, diseñadores… dentro de esa industria, nadie querría correr riesgos. Aun así, asesoro desde mi domicilio a los grandes proyectos de destilerías innovadoras. Quiero defender mi derecho a sentirme preparado para dejar de recluirme”, sostuvo el consultor destacado.

Diez formas de tomar whisky

Solo: La forma más pura de apreciar el whisky es tomarlo solo, a temperatura ambiente, en un vaso corto. Esto permite que los sabores y aromas se desarrollen plenamente.
Con un poco de agua: Añadir unas gotas de agua puede abrir los sabores y aromas del whisky, haciéndolo más suave y fácil de beber.
Con hielo (On the Rocks): El hielo enfría el whisky y lo diluye ligeramente, lo que puede ser refrescante, especialmente en climas cálidos.
Con agua con gas (Highball): Una opción refrescante y ligera, ideal para el verano. La proporción suele ser de una parte de whisky por tres de agua con gas.
Old Fashioned: Un cóctel clásico con whisky, azúcar, bitters y una rodaja de naranja.
Manhattan: Otro cóctel icónico, hecho con whisky, vermut dulce y bitters, usualmente adornado con una cereza.
Whisky Sour: Un cóctel agridulce con whisky, jugo de limón, azúcar y, opcionalmente, clara de huevo.
Mint Julep: Un cóctel refrescante con whisky, menta, azúcar y agua. Tradicionalmente se sirve en un vaso de metal helado.
Hot Toddy: Una bebida caliente reconfortante, ideal para los días fríos, hecha con whisky, agua caliente, miel y limón.
Irish Coffee: Un café caliente con whisky, azúcar y crema batida.

Consejo: Experimenta con diferentes tipos de whisky (escocés, irlandés, americano, japonés, etc.) para descubrir tus preferencias. Cada uno tiene su propio carácter y sabor.