Corría el año 2023 cuando María, nombre ficticio para proteger su identidad, buscaba escapar de una situación de vulnerabilidad en Chile. De convicciones católicas, se contactó con el cura argentino Atilio Luis Bruno, quien se ofreció a ayudarla y la trajo a Argentina, pasando por Mendoza antes de llegar a Jujuy. Sin embargo, según denunció la víctima, el cura la habría abusado luego de cruzar la Cordillera de los Andes.
María vivió una pesadilla tras ser acogida por Bruno en la casa parroquial. Durante su estadía, habría sido víctima de múltiples ataques sexuales hasta que logró reunir el dinero suficiente para escapar y regresar a su país, dos meses después.
Tras casi un año y medio, María regresó a Jujuy para denunciar al sacerdote. La fiscal especializada en Violencia de Género de Jujuy, María Emilia Curten Haquim, solicitó prisión preventiva por 40 días para Bruno, quien está imputado por abuso sexual simple y cuatro hechos de abuso sexual con acceso carnal, agravados por ser miembro de un culto religioso.
Durante la audiencia imputativa, Bruno escuchó los cargos en su contra, remontándose al año 2023 cuando María, en una situación desesperante, recurrió al cura en busca de ayuda. El sacerdote viajó a Chile para traerla de regreso a Argentina, donde habrían ocurrido los abusos. Destacaron que, si bien María no estaba privada de su libertad en Jujuy, su vulnerabilidad emocional la habría dejado a merced de Bruno.
Los ataques habrían tenido lugar en la casa parroquial del barrio Ciudad de Nieva, en octubre y noviembre de 2023. Tras escapar y retornar a Chile, María inició un proceso de terapia para procesar lo vivido. Actualmente, la justicia tiene cuatro meses para investigar el caso, contando con la declaración de la víctima y evaluaciones psicológicas.
Tras la imputación, el Obispado de Jujuy emitió un comunicado expresando su rechazo a todo tipo de violencia y su compromiso de colaborar con la Justicia en la rápida esclarecimiento de los hechos denunciados.