En el hospital Nasser de Gaza, bebés desnutridos luchan por sobrevivir en un pabellón donde la crisis alimentaria ha llevado a una emergencia de proporciones devastadoras.
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DEMASIADO DÉBILES PARA LLORAR
Con 53 nuevos casos ingresados en solo cinco días, la desnutrición aguda severa afecta a los más pequeños. Wateen Abu Amounah, de tres meses, ha perdido 100 gramos desde su nacimiento y su madre, Yasmin Abu Sultan, clama desesperadamente por ayuda. La crisis alimentaria se ha profundizado debido a las restricciones impuestas, y el sistema de salud carece de insumos suficientes para hacer frente a la magnitud de la emergencia.
LOS BEBÉS LUCHAN POR SOBREVIVIR
María Suhaib Radwan, de diez meses, también enfrenta una situación crítica. Su madre, Zeina Radwan, no puede amamantarla y su propia desnutrición agrava la precaria situación. Los médicos, agotados y sin suficientes recursos, improvisan tratamientos para intentar salvar a estos bebés. Sin embargo, muchas veces llegan demasiado tarde.
UNA LUCHA CONTRA EL SILENCIO
En un pabellón adornado con escenas de infancia feliz, el silencio domina. No hay llantos, solo respiraciones tenues, susurros de madres exhaustas y cuerpos diminutos luchando por no rendirse.