El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, desmintió los reportes que indicaban que planeaba renunciar tras la pérdida de la mayoría en la Cámara Alta. Ishiba reiteró su compromiso de continuar en el cargo y aseguró que está enfocado en recuperar la confianza de la ciudadanía. A pesar de la presión interna, el reciente acuerdo comercial con Estados Unidos fue un factor determinante en su decisión de permanecer en el cargo. El ambiente político en Tokio se mantiene tenso, con sectores del PLD evaluando escenarios para una eventual sucesión mientras Ishiba busca fortalecer su autoridad a través de gestos de unidad y resultados tangibles en política exterior.
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INUSUAL REUNIÓN
Ishiba negó tener intención de dimitir y confirmó que su situación personal no fue tema de la reunión con tres de sus predecesores en el partido. A pesar de los pedidos de renuncia de algunos dirigentes, él se comprometió a trabajar por la recuperación económica, el alivio del costo de vida y la estabilidad fiscal. El pacto con Estados Unidos fue destacado como un apoyo para aliviar tensiones comerciales y asegurar el acceso a mercados clave, aunque no se ofrecieron detalles sobre los términos concretos del acuerdo.
RENOVACIÓN DEL LIDERAZGO
Analistas japoneses señalan que la permanencia de Ishiba dependerá de su capacidad para recuperar el respaldo de la base partidaria y mantener el equilibrio con las distintas facciones internas del PLD. Aunque no se ha fijado aún un calendario para una posible renovación del liderazgo, las próximas semanas serán determinantes para definir su futuro político.