A una semana del cierre de listas del peronismo en la provincia de Buenos Aires, en Fuerza Patria comienzan a administrar el estrés postraumático. Axel Kicillof encabezó 48 horas de actos de gestión donde se mostró con los principales aliados de Máximo Kirchner en el conurbano, mientras que Sergio Massa se mantiene con un perfil más bajo, por ahora, sin agenda de campaña de cara a las elecciones del 7 de septiembre.
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EL DESAFÍO DE FUERZA PATRIA
El gesto de distensión a una semana del cierre de listas apunta a ordenar internamente la campaña de Fuerza Patria ante la urgencia de obtener un resultado electoral favorable. El gobernador no solo pone en disputa bancas de la Legislatura provincial, sino que también los intendentes, muchos de los cuales son candidatos en sus distritos, ponen en juego las mayorías en los concejos deliberantes frente a la alianza de La Libertad Avanza y lo que queda del PRO de Mauricio Macri.
El peronismo bonaerense busca instalar como lema de campaña “Sumar fuerzas”, para potenciar esa especie de diversidad en la unidad que representan los sectores del Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof, La Cámpora de Máximo Kirchner y el Frente Renovador de Massa. Estos movimientos estratégicos están en línea con la interpretación que hacen cerca de Cristina Fernández de Kirchner, que podría determinar los resultados de las elecciones nacionales legislativas que se realizarán apenas un mes y medio después, el 26 de octubre. Con esa lógica se motorizaron los gestos de unidad y proximidad de este fin de semana en Fuerza Patria.