«Pido perdón; no lo vuelvo a hacer”; “pido una oportunidad para estar con mi familia”; “estoy arrepentido”; “no vuelve a pasar. Lo hice por necesidad”, expresaron cuatro de los seis imputados que ayer fueron juzgados en el Tribunal Oral Federal (TOF). Juan Pablo “Pecoso” Vega, Daniel Buenaventura Palacio, Héctor Fabián Juárez, Simón Caba, Néstor Caba y Mario Javier Caba fueron acusados de infringir la Ley Nacional 23.737 de Estupefacientes.
“Pecoso” Vega era el más comprometido; estaba imputado por los delitos de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” y “transporte de estupefacientes”. En tanto que Palacio estaba acusado de “tenencia simple”. Juárez y los hermanos Caba, oriundos de la provincia de Salta, también estaban imputados por “transporte de estupefacientes”.
La sala de audiencias del TOF estaba casi a pleno. Familiares y amigos -algunos de ellos viajaron desde Salta- se dieron cita para acompañarlos en este momento. En la antesala esperaban los testigos.
Sergio Guillamondegui estuvo a cargo de la defensa de Vega y de Palacio; Pedro Vélez patrocinaba a Juárez y Darío Melar defendía a los hermanos Caba. El Ministerio Público Fiscal fue representado por el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz.
En abril de 2015, tras cuatro años de investigación, “Pecoso” Vega fue allanado con un kilo con 170 gramos de cocaína, un precursor químico y celulares. Por ello, fue acusado por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”. A su vez, en casa de Palacio habrían encontrado 37 gramos de cocaína y pastillas, por lo que fue acusado por “tenencia simple”.
En marzo de 2016, efectivos de la delegación de Catamarca de la Policía Federal Argentina (PFA) investigaban a Juárez. Sobre él había una sospecha de que comercializaba estupefacientes desde otra provincia; otras personas participarían de esta maniobra. En medio de un procedimiento policial, se detuvo a Juárez, Vega y a los hermanos Caba. Entre los tres hermanos transportaban 296 cápsulas con droga. Juárez y Vega esperaban la sustancia en Catamarca.
Al momento de dar testimonio, los acusados asumieron su responsabilidad en los delitos que se les había imputado. “Estoy estudiando (en el Servicio Penitenciario). Pido disculpas”, dijo Vega. Palacio se abstuvo. “Pido perdón a mi familia y a la sociedad. Estoy arrepentido. Quiero estar con mi familia”, dijo Juárez. Simón Caba también asumió su responsabilidad y pidió una nueva oportunidad para estar con su familia; por ello pidió que sea trasladado a Salta. Casi el mismo pedido efectuó su hermano Néstor y explicó que también pedía el traslado a Salta porque no tenía contacto con su familia. “Asumo la responsabilidad. No lo vuelvo a hacer. Lo hice por necesidad. Pido que me trasladen a Salta”, expresó Mario Javier Caba.
Con su confesión, tanto el fiscal federal como los abogados defensores decidieron desistir de los testigos.
Alegatos
A su turno, el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz, por el primer hecho, que tenía como imputados a “Pecoso” Vega y a Palacio, alegó que dada la cantidad hallada a Vega, se excedía del mínimo para “tenencia simple”. En tanto que en el caso de Palacio hubo irregularidades en el procedimiento.
Según el fiscal, no existió la prueba de campo. Al mismo tiempo, remarcó que cuando se mandó a peritar, no se enviaron los 37 gramos de cocaína secuestrada, sino 100 gramos. Por último, indicó que el resultado arrojó que no era cocaína. “No hay sustancia. No se puede acusar”, consideró.
En cuanto al segundo hecho, para el representante del Ministerio Público Fiscal enfatizó que se trataba de “personas para transportar estupefacientes”.
Además, destacó que los estupefacientes eran transportados por la ruta nacional Nº 38 en cápsulas en el interior de los hermanos Caba. En Catamarca, Juárez y Vega esperaban la sustancia.
Tras la confesión y el arrepentimiento de los acusados, el fiscal tuvo en cuenta “la necesidad” por lo que los hermanos Caba procedieron de esta manera. “Tres personas se metieron 296 cápsulas. Una cápsula que se reviente produce la muerte. Pusieron en riesgo su vida”, sostuvo.
Por ello, pidió para los hermanos Caba y para Juárez la pena de seis años y seis meses de prisión por “transporte de estupefacientes agravado por el número de personas”; para Vega pidió siete años de prisión por “tenencia simple en concurso real con transporte de estupefacientes agravado por el número de personas”. También pidió que Palacio sea absuelto.
Veredicto
Los jueces Adolfo Raúl Guzmán, Juan Carlos Reynaga y Enrique Lilljedahl fallaron en concordancia con lo solicitado por el fiscal. Además, fijaron para los condenados una multa de $4.000 y para los hermanos Caba se resolvió imponer para su tratamiento penitenciario el inmediato traslado al Complejo Penitenciario III de máxima seguridad del departamento General Martín de Güemes, en la provincia de Salta.
En otro orden, se dispuso que el acusado Héctor Fabián Juárez mantuviera el beneficio de la prisión domiciliaria, conforme las constancias médicas indicadas oportunamente. No obstante, se aclaró que debe abstenerse de ausentarse de su domicilio e imponer la restricción de toda visita, a excepción de familiares directos o convivientes.
Tal condición es bajo apercibimiento de su inmediata revocación. Al mismo tiempo, se le impone el régimen de dispositivo electrónico de control a los fines de la supervisión de la modalidad de prisión domiciliaria.
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