La ratificación de la condena a Cristina Kirchner y su próxima detención han golpeado con fuerza al kirchnerismo, desatando una ola de emociones y resistencia. A pesar de las limitaciones para moverse, la ex presidenta asume el desafío de liderar desde la prisión domiciliaria, en San José 1111, donde peregrinarán los fieles cristinistas. La cúpula kirchnerista mantiene su unidad y apoyo incondicional, preparándose para afrontar tanto una campaña por la libertad de Cristina como un operativo de acompañamiento el día de su entrega a los tribunales. A pesar de su prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos, Cristina Kirchner seguirá siendo el faro de la dirigencia y la militancia kirchnerista, pero ahora, también debe negociar su influencia en un peronismo reconfigurado. El futuro del liderazgo político en el kirchnerismo se presenta como una nueva partida de ajedrez, con posibilidades de resistencia o transformación. Todo está por verse en esta nueva etapa del peronismo argentino.
Cristina Kirchner: del liderazgo político a su detención y el blindaje de su legado
