A casi dos años del inicio de la ofensiva israelí sobre Gaza, la población palestina enfrenta niveles catastróficos de hambre. La ONU, organizaciones humanitarias y expertos advierten sobre la extrema desnutrición aguda que padecen cerca de 100.000 mujeres y niños. La difícil situación se ve agravada por la falta de acceso de la ayuda humanitaria y el colapso del sistema de salud en el enclave. #Gaza #hambruna #crisisalimentaria
ADVERTENCIA DE LA ONU
La situación en Gaza es crítica, pero hasta el momento no se ha declarado formalmente una hambruna. Según la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC), una zona entra formalmente en hambruna cuando se confirman al menos dos de tres condiciones críticas. Sin embargo, la recolección de datos en Gaza es extremadamente limitada debido a las restricciones impuestas por Israel, lo que dificulta validar estos parámetros.
SITUACIÓN OPERATIVA
El acceso a convoyes humanitarios es una amenaza, con cientos de personas que han muerto intentando llegar a sitios o convoyes de ayuda. El ejército israelí sostiene que solo ha efectuado disparos de advertencia, pero las ONG y la ONU reportan acciones letales. La devastación causada por los bombardeos israelíes ha dejado el sistema de salud de Gaza en ruinas, con un 90% de la población desplazada y hospitales que apenas pueden atender a los heridos de guerra. La falta de acceso y la imposibilidad de realizar estudios sobre la hambruna complican la situación.
RETO HUMANITARIO
A pesar de la existencia de ayuda alimentaria, la restricción del ingreso de alimentos por parte de Israel y el colapso del orden interno en el enclave dificultan la entrega efectiva. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierte sobre la necesidad de un alto el fuego acordado y un aumento masivo en las distribuciones de ayuda alimentaria para estabilizar la situación en deterioro. La declaración de una hambruna no garantiza una respuesta efectiva, debido a la falta de recursos y al colapso del sistema de salud.