“Creo en la vida después de la muerte”: Las últimas palabras del expresidente que se suicidó antes de ir a la cárcel

El expresidente de Perú, Alan García, murió este miércoles a los 69 años tras pegarse un tiro en la cabeza para evitar su detención. Horas antes, la Justicia de su país había ordenado la prisión preventiva para el exmandatario en el marco de una investigación por el caso Odebrecht.

El martes, García brindó su última entrevista a los medios, en la que vaticinó su desenlace: “Creo en la vida después de la muerte, creo en la historia”, fue una de frases en una nota de media hora de duración en la que intentó defenderse de las acusaciones que pesaban en su contra.

“Ser presidente del Perú es un inmenso honor y lo he sido dos veces. Si la Patria llega a convencerse de que tengo algo que pagar, pues es la Patria. Así como la he servido y he hecho cosas por ella yo no estoy aquí para refunfuñar ni odiar. Confío en la historia. Yo soy cristiano, creo en la vida después de la muerte, creo en la historia”, le dijo a RPP el presidente peruano en los períodos 1985-1990 y 2006-2011.

García fue acorralado por la Policía en su vivienda del limeño barrio residencial de Miraflores cerca de las 6.30 de la mañana de este miércoles. Según el ministro del Interior, Carlos Morán, “previa identificación, los agentes ingresaron al interior del inmueble. El equipo comunicó al señor García, que se encontraba en unas escaleras que dan al segundo piso de la casa, sobre la ejecución de esta medida judicial”.

“El expresidente indicó que iba a hacer una llamada telefónica a su abogado -continuó Morán-, ingresó a su habitación y cerró la puerta tras de él. A los pocos minutos se escuchó el disparo de un arma de fuego. La Policía forzó el ingreso y encontró al señor García en posición de sentado y con una herida de cabeza”, añadió.

Antes de emitirse la orden de detención, García había declarado el martes que no se asilaría ni escondería, en clara alusión al frustrado asilo que pidió a Uruguay en diciembre. La justicia dictó en ese mes 18 meses de impedimento de salida del país.

El exmandatario permaneció durante 16 días en la embajada uruguaya, donde solicitó asilo “ante la inminencia de una orden de detención”. El pedido fue rechazado por el gobierno de Uruguay tras revisar la documentación entregada por Lima y por el solicitante.

Fuente: tn.com.ar

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