En el día de ayer, una pareja de Parque Patricios llegó al hospital Penna con su beba de seis meses en estado crítico. No llegaban en una ambulancia, sino en compañía de la Policía de la Ciudad, luego de que efectivos de la comisaría 4B fuesen convocados a la casa de la familia de la bebé en Parque Patricios, cuando sus padres notaron que presentaba bajos signos vitales.
Al llegar, los médicos intentaron reanimarla, sin éxito. La bebé falleció en el lugar.
Se creyó en un primer momento que podía ser una cuestión respiratoria lo que causó su muerte. Así, se le practicó un hisopado al cuerpo para detectar coronavirus. El resultado fue positivo.
Sin embargo, una hipótesis que maneja la Justicia indica que el virus podría no haber sido la causa de su fallecimiento, sino la asfixia provocada por su hermano mayor, supuestamente con un almohadón. Según fuentes policiales, el propio niño se lo habría dicho a su mamá.
Así, tomó intervención la Justicia ante la sospecha de un hecho de criminalidad. “Averiguación de causales de muerte” es la calificación del expediente, a cargo del Juzgado N°32 de Santiago Quian Zavalía, el mismo magistrado que tuvo en sus manos la investigación que llevó a la condena por abuso sexual de menores a Jonathan Fabbro. La herramienta clave para dilucidar si la bebé fue asesinada o no, sea por su hermano menor de edad o por otra persona, es la autopsia.
Por lo pronto, el juez mantiene el expediente en reserva bajo secreto de sumario. Pero la autopsia se hizo, algo sumamente difícil en este contexto, un estudio al cuerpo con covid-19 de una bebé.
El estudio fue practicado, según confirmaron fuentes cercanas al caso, en la Morgue Judicial de la calle Viamonte. A mediados del mes pasado, Morgue Judicial, un organismo bajo la órbita de la Corte Suprema de la Nación, le pidió al procurador general interino, Eduardo Casal, que “dada la emergencia sanitaria actual” y la recomendación del Ministerio de Salud de la Nación y del Gobierno de la Ciudad de Buenos de no practicar autopsias a cadáveres de personas muertas por COVID-19 por “el riesgo sanitario que su manipulación e intervención implica”. Sin embargo, la sospecha de un hecho criminal y la orden del juez fueron motivos suficientes para que el estudio se practique.
A mediados de la mañana de hoy los resultados complementarios no estaban completos, se esperaban análisis a varios órganos para determinar la causa de muerte, que será remitida al juzgado apenas esté disponible, lo que permitirá descartar o no un crimen, más allá del diagnóstico de coronavirus.
La casa de la familia, por lo pronto, fue allanada ayer por la fuerza porteña para buscar elementos vinculados al posible asesinato de la bebé.
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