La relación profesional entre Stefanos Tsitsipas y Goran Ivanisevic, que apenas duró dos meses, dejó una estela de declaraciones cruzadas y cuestionamientos públicos que pusieron en foco la compleja dinámica entre jugador y entrenador en el tenis de élite. El desenlace se volvió inevitable tras las recientes palabras del croata en HRT, en respuesta a las acusaciones de su ex dirigido, y señala un nuevo capítulo en la tensión que se generó tras la abrupta ruptura.
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La declaración sorprendió a varios en el circuito y puso en tela de juicio la gestión de Ivanisevic, quien días antes ya había sido noticia por dejar de colaborar con Elena Rybakina.
Hablamos ayer, sin rencores, nos dimos las gracias. Decidió intentarlo de nuevo con su padre y, sinceramente, lo creo de verdad. La única persona que puede entrenarlo es su padre. Jugó su mejor tenis con él, su padre lo conoce mejor. Este es un proyecto familiar. Es la mejor decisión, le deseo todo lo mejor. Es demasiado buen jugador para estar donde está.
En el balance deportivo, Tsitsipas acumula este año 19 triunfos y 13 derrotas, con un título en Dubai como logro más destacado. Se encuentra en su peor puesto en el ranking ATP desde 2018 y encara el tramo final de la temporada con un margen estrecho: tan solo pondrá en juego 510 puntos. El jugador ateniense, dos veces finalista de Grand Slam y tricampeón del Masters 1000 de Monte-Carlo, enfrenta un momento de redefinición profesional.