Un dramático accidente sacudió la tranquilidad del pueblo de Bohmte, en Alemania, cuando un automóvil fuera de control provocó heridas a al menos siete personas, incluido un niño de siete años.
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DESTRUCCIÓN INESPERADA
El vehículo, un Volvo SUV, circulaba a gran velocidad y chocó contra un coche estacionado antes de terminar incrustado en un granero. Trágicamente, atropelló a un niño que jugaba en un trampolín, dejándolo gravemente herido en el techo del granero.
Las imágenes del lugar mostraron la magnitud del impacto, con el trampolín destruido y vendas ensangrentadas dispersas en el césped. Se desplegaron decenas de bomberos, ambulancias y helicópteros de rescate para atender a los heridos y retirar el coche del tejado.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
La policía ha iniciado una investigación para esclarecer las causas del siniestro, que por el momento no tiene indicios de ser intencional. Mientras la comunidad intenta comprender este suceso tan violento, las autoridades locales siguen recabando datos para determinar con precisión la dinámica del accidente.