Con el uso obligatorio de barbijo y el distanciamiento en los centros de votación en las primeras elecciones durante la pandemia, casi 51 millones de italianos deciden hoy y mañana si confirman la ley que rebaja de 945 a 600 la cantidad de legisladores, además de elegir autoridades en siete regiones, en una votación que puede reforzar al Gobierno de Giuseppe Conte pese al crecimiento de la oposición en algunas zonas del país.
Un total de 46.415.806 personas de todo el país y otras 4.537.308 residentes en el exterior que sufragan por carta están habilitadas para participar en unos comicios que se dan desde primera hora de forma «regular», planteó hoy en declaraciones a la cadena RAI la prefecta a cargo del operativo de elecciones, Caterina Amato.
Para evitar la aglomeración de personas durante la votación, las urnas estarán abiertas hoy de 7 a 23 y mañana de 7 a 15 (5 horas menos en Argentina) para decidir si se aprueba, como marcan todas las encuestas previas, la ley que impulsa el oficialismo y que rebaja de 630 a 400 los Diputados y de 315 a 200 los Senadores.
Según informó este domingo el Ministerio del Interior, en las primeras 12 horas de votación había votado el 30.1% de los habilitados a nivel nacional en una elección que no es obligatoria.
Tras votar en Roma a primera hora de la tarde, Conte planteó en esa línea que «cada votación es expresión de una participación democrática».
«Siempre existe la esperanza de que haya participación ciudadana. Yo voté en ciencia y conciencia», aseveró Conte, uno de los principales impulsores del «Sí» a la reducción de parlamentarios, y que podría salir aún más reforzado tras el referéndum, en un contexto en el que las últimas encuestas le otorgan más del 70% de imagen positiva por su gestión de la pandemia.
Para las primeras elecciones de la era coronavirus, el Gobierno italiano repartió más de 15 millones de barbijos, 315.000 litros de gel para la higienización de manos antes y después del voto, y 3.400.000 guantes para reducir al máximo la posibilidad de contagios en un país en el que hasta la apertura de las urnas había aún 43.161 positivos de la Covid-19.
En esa dirección, según informó el diario La Stampa en su edición online, un circuito electoral de la localidad genovesa de Oregina debió cerrar temporáneamente por un caso sospechoso de coronavirus en las autoridades de mesa y solo reabrió luego de que se higienizara la zona y se cambiara a las autoridades.
Para la elección, a través de la circular 41 del 20 de agosto, el Ministerio del Interior dispuso la obligación de usar barbijo y de respetar el distanciamiento social a todas las personas que concurran a los centros de votación habilitados en todo el país.
Además, 1.820 personas positivas a la Covid-19 o con aislamiento domiciliario que se inscribieron en sus comunas pueden votar desde sus casas y aprovechar el inédito sistema de retiro de voto a domicilio que dispuso la cartera de Interior.
De cara a la elección, el Gobierno dispuso además que las estructuras sanitarias con entre 100 y 199 pacientes puedan armar circuitos electorales especiales.
Además de Conte, los oficialistas Movimiento Cinco Estrellas y Partido Democrático, además de los opositores derechistas Hermanos de Italia (HdI) y Liga se expresaron a favor del «Sí» a la reducción de los parlamentarios.
Junto al referéndum, 18.590.081 personas de las regiones de Véneto, Campaña, Toscana, Las Marcas, Liguria, Apulia y Valle de Aosta están habilitadas para elegir autoridades, en un marco en el que la Liga y HdI, junto a Fuerza Italia, se presentan en coalición en seis de siete distritos, frente a la dispersión de las ofertas locales del oficialismo que lidera Conte e nivel nacional.
Según las últimas encuestas, de la semana pasada, la coalición de derecha se impondría con comodidad en las norteñas Véneto, Liguria y Valle de Aosta y amenazan con quitar a la centroizquierda el control de Toscana, Las Marcas y Apulia.
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