En los campos rurales británicos, el topillo de las risaies, una especie vulnerable, encuentra refugio en pelotas usadas de Wimbledon. Estas esferas se convierten en nidos suspendidos para los roedores, gracias a una iniciativa de sostenibilidad del torneo. La Wimbledon Foundation lidera esta práctica que ha demostrado ser clave para la supervivencia de esta especie en peligro.
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UN REFUGIO NECESARIO
Las pelotas, tras ser horadadas y suspendidas entre 75 cm y 1.5 m del suelo, protegen a estos roedores de la humedad y los depredadores. Los topillos, conocidos como ratones de la cosecha, son diminutos y su cola prensil les permite trepar entre la vegetación en busca de alimento: semillas, germinados e insectos. La forma y material de las pelotas las hacen idóneas como refugios para albergar a estas criaturas y sus crías.
IMPACTO MEDIOAMBIENTAL POSITIVO
La transformación de las pelotas de tenis en refugios no solo protege a esta especie vulnerable, sino que también contribuye al medio ambiente. Las esferas evitan la predación de mustélidos, las inundaciones y brindan aislamiento eficaz a los roedores. Asimismo, demuestra que eventos de gran escala pueden adoptar medidas concretas para proteger el entorno natural y reducir la generación de residuos.