La invasión de Rusia a Ucrania ha reconfigurado alianzas militares y económicas en todo el mundo. Una de las más inquietantes es la colaboración entre Moscú y Teherán en el desarrollo y producción de drones kamikaze utilizados en ataques masivos sobre territorio ucraniano. El informe Sahara Thunder, elaborado por el Center for Advanced Defense Studies, expone con detalle la estructura operativa, financiera y tecnológica de este programa conjunto. Según el informe, el acuerdo de cooperación entre la empresa estatal iraní Sahara Thunder y Alabuga incluye la entrega de 6.000 kits de ensamblaje del Shahed-136. Además, se describe cómo Irán ha transferido la capacidad completa de producción a territorio ruso, lo que sugiere un programa educativo y logístico comparable con el desarrollo de una industria aeronáutica nacional, no una simple operación de ventas de armamento. El contrato, valuado en USD 1.750 millones, implicó el uso de mecanismos sofisticados para eludir sanciones internacionales, incluyendo transacciones encubiertas y el uso de intermediarios financieros. Además, se ha documentado la existencia de un programa promocionado como una oportunidad de estudio y empleo en la Zona Económica Especial de Tartaristán, que ha sido utilizado para reclutar mano de obra femenina extranjera destinada a ensamblar drones militares. Esta colaboración tiene implicaciones geopolíticas significativas, ya que el uso masivo de drones en Ucrania ha sido clave para extender la capacidad ofensiva rusa, y le permite a Irán desafiar a Occidente en un conflicto europeo de alta visibilidad. Sin embargo, la muerte del general iraní Mohammad Bagheri, uno de los principales nexos entre los complejos militares de Irán y Rusia, podría alterar esta dinámica. La colaboración entre Sahara Thunder y Alabuga JSC ha incrementado enormemente la capacidad de producción nacional de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de Rusia, lo que dificulta que otros países implementen controles a la exportación diseñados para frenar o impedir el desarrollo y la producción de armas en el futuro.
Colaboración entre Rusia e Irán en la producción de drones kamikaze y sus implicaciones geopolíticas
