El Tratado de las Aguas del Indo, un acuerdo bilateral entre India y Pakistán, se ve amenazado por el cambio climático y el conflicto en Cachemira. La intervención de China como aliado estratégico de Pakistán y su inversión en proyectos hidroeléctricos genera tensiones regionales. Descubre más sobre cómo el régimen de China utiliza el agua como arma en este conflicto. #China #India #Pakistán
Durante 65 años, el Tratado de las Aguas del Indo ha sido un ejemplo de cooperación entre Estados adversarios. Sin embargo, el cambio climático y el conflicto en Cachemira ponen en peligro su sostenibilidad a largo plazo. La última provocación fue el ataque terrorista en Jammu y Cachemira el 22 de abril de 2025, que impulsó a India a suspender temporalmente el tratado. Ante la disputa sobre su futuro, Pakistán recurrió a China en busca de apoyo diplomático y estratégico, evidenciando la sólida relación entre ambos países desarrollada a lo largo de seis décadas.
INFLUENCIA CHINA
China no es un observador neutral en la disputa, buscando aumentar su influencia en la región y contrarrestar a India. La participación de Pekín suscita preocupación en Nueva Delhi, temiendo que China pueda responder alterando el caudal de los ríos de su territorio que desembocan en India. Las inversiones chinas en el sector hidroeléctrico de Pakistán ofrecen grandes oportunidades para ambos países, pero avivan las tensiones regionales.
DESAFÍOS PARA LA ESTABILIDAD
La alineación de los intereses de China y Pakistán en el desarrollo de proyectos hidroeléctricos supone un desafío para la estabilidad de los acuerdos de reparto de agua en el sur de Asia. La inversión china en el sector hidroeléctrico de Pakistán puede convertirse en una «bomba de agua» a punto de estallar, según advirtió el ministro principal del estado indio de Arunachal Pradesh. Para disipar estas tensiones y volver a encarrilar el Tratado de las Aguas del Indo, corresponde a India, China y Pakistán entablar un diálogo diplomático, esencial para abordar los retos relacionados con el agua en el sur de Asia. La intervención de China como aliado estratégico de Pakistán y su inversión en proyectos hidroeléctricos genera tensiones regionales. Descubre más sobre cómo el régimen de China utiliza el agua como arma en este conflicto.